La ausencia de México, su principal socio en la región, no impidió a EEUU celebrar la novena Cumbre de las Américas con una triunfalista "Declaración de Los Ángeles" la semana pasada, cuando la administración Biden en pleno ofició de anfitriona para los líderes de los 23 países latinoamericanos que acudieron a la cita. Los resultados […]
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| 15 jun 2022
La ausencia de México, su principal socio en la región, no impidió a EEUU celebrar la novena Cumbre de las Américas con una triunfalista "Declaración de Los Ángeles" la semana pasada, cuando la administración Biden en pleno ofició de anfitriona para los líderes de los 23 países latinoamericanos que acudieron a la cita.
Los resultados que la Casa Blanca remarcó, tras cuatro días de reuniones en la ciudad más latina de EEUU, fueron: un acuerdo de regularización migratoria, planes de cooperación económica, refuerzos del BID, asistencia en salud y coordinación para campañas en materia ambiental.
Aunque observadores calificaron de "génericos" los acuerdos, el principal hito que destacaron los mandatarios fue la regularización de inmigrantes en EEUU, la receptividad para refugiados y cuotas de migración temporal bajo un régimen llamado "de responsabilidad compartida".
Firmado por 20 países, este acuerdo tiene como trasfondo atacar la principal causa del gran movimiento migratorio que se ha registrado en los últimos años en la región: el aumento de la pobreza, la fragilidad institucional y el escaso desarrollo económico de los países de Latam, principalmente después de que se inició la pandemia.
En ese sentido, EEUU se ha comprometido a facilitar préstamos de 50.000 millones de dólares en los próximos cinco años para apoyar iniciativas de transición climática y destinar 314 millones a la asistencia de migrantes y 25 millones para los registros legales y servicios sociales en los países que se sumen a la política. Tan solo de Venezuela han salido unos seis millones de personas.
EEUU anunció también un plan para formar 500.000 profesionales de la medicina en toda la región en un plazo de cinco años para cubrir el déficit que, según la Organización Panamericana de la Salud, es de 600.000 profesionales en el área.
Pero, además de crear condiciones para que menos gente quiera emigrar, los anuncios tienen para EEUU un fin estratégico: contrarrestar la influencia de China en la región, donde viven más de 600 millones de personas y donde el país de Xi Jinping se ha convertido en el principal inversionista en la última década.
El factor político, aunque con un sesgo más ideológico que comercial, también se filtró con los mandatarios de izquierda, que mantuvieron un tono crítico por la exclusión las dictaduras de Nicaragua, Venezuela y Cuba, decisión esta que motivó la ausencia del presidente de México y el "boicot" de Guatemala, Honduras y Bolivia, además de críticas del argentino Alberto Fernández.
"No puede haber Cumbre de las Américas si no participan todos los países del continente americano", dijo Andrés Obrador como justificativa de su rechazo a la invitación de Biden, aunque confirmó que mantendrá una reunión bilateral con el demócrata norteamericano en julio.
Por último, exhibiendo más pragmatismo que ideología, el presidente de Chile, Gabriel Boric (también de izquierda), ha dicho que su país "tiene lo que el mundo necesita hoy" (aludiendo a las energías renovables, litio e hidrógeno verde) e invitó a empresarios a invertir en su país en esos sectores, comprometiéndose a demostrar "que es posible desarrollo con justicia y equidad".