Tras cuatro meses sumamente extenuantes, el mercado ha entrado en una fase de consolidación horizontal marcada por una alta y continua volatilidad. El mercado de renta variable europeo alcanza 12,7 veces el beneficio a 12 meses, lo que supone un descuento del 13% con respecto a su media de diez años 14,5 veces). El reciente reajuste a la baja (disminución del ratio precio beneficio) supone el reconocimiento por parte de los inversores del aumento de los rendimientos de los bonos y de las masivas salidas de capital que ha provocado la guerra de Ucrania. Un ciclo de mercado bajista bear market de renta variable, pese a que observamos un ciclo de mercado alcista bull market de los beneficios. Pero el mercado ya no se contradice, según veremos más adelante
Cualquier desescalada en la guerra entre Rusia y Ucrania podría ayudar al apetito por las acciones europeas. En lugar de desarrollar escenarios más o menos tangibles sobre la evolución del conflicto, tratemos de centrarnos en los tres factores principales que podrían devolver el apetito de riesgo a los inversores.
Pero seamos claros, aunque probablemente hayamos dejado atrás la caída de los precios provocada por las valoraciones (estamos cerca del pico de inflación), el peligro de que sea una caída justificada por la reducción de los beneficios es más real que nunca. Cuanto más rápido caiga la inflación, más mejorarán las valoraciones gracias a la bajada de los tipos. Pero si la caída de la inflación supone también recesión, los beneficios se verán muy afectados, compensando con creces el efecto positivo de los tipos.