Durante los últimos 70 años, Estados Unidos ha mejorado en la eficiencia energética a la hora de producir bienes y servicios. Esta tendencia queda ilustrada por la intensidad energética, medida por la relación entre el consumo de energía y el PIB, que ha disminuido un 63% desde 1950. Este aumento de la productividad podría ayudar […]
Durante los últimos 70 años, Estados Unidos ha mejorado en la eficiencia energética a la hora de producir bienes y servicios. Esta tendencia queda ilustrada por la intensidad energética, medida por la relación entre el consumo de energía y el PIB, que ha disminuido un 63% desde 1950.
Este aumento de la productividad podría ayudar a amortiguar el reciente impacto del aumento de los precios del petróleo y del gas. Creemos que, al contribuir la tecnología a aumentar la producción nacional de energía, la subida de los precios podría incluso favorecer la economía impulsando el crecimiento de los gastos de capital (CAPEX) de las empresas energéticas.
Fuente: U.S. Energy Information Administration, Haver Analytics, Deutsch Bank. Nota: La intensidad energética se calcula mediante la relación del consumo de energía con respecto al PIB real.
Muchas cosas han cambiado desde los años 70, cuando Estados Unidos experimentó una crisis de suministro de petróleo que provocó una importante inflación. La nueva economía digital depende menos de la energía y creemos que los datos son el nuevo petróleo. Al mismo tiempo, los automóviles, los edificios y la fabricación se han vuelto más eficientes desde el punto de vista energético.
La energía, al suponer un menor coste de producción para las empresas, puede incluso apoyar más el crecimiento del PIB, ya que los precios más altos hacen que las empresas energéticas aumenten potencialmente sus gastos de capital para producir más. Creemos que el aumento de los gastos de capital puede superar la magnitud con la que el aumento de los precios de la energía limita el consumo.
No creemos que los inversores deban preocuparse en exceso por el hecho de que el aumento de los precios de la energía frene la economía. En cambio, sí creemos que hay oportunidades en los proveedores de tecnología orientados al crecimiento de las empresas petroleras y de gas para ayudar a optimizar la perforación de pozos y otras áreas de exploración y producción. Además, a medida que el precio de la energía solar o eólica se abarata en relación con los precios del petróleo y el gas, el aumento de los precios de los hidrocarburos puede contribuir a estimular las soluciones energéticas alternativas.