A estas alturas, casi nadie puede poner en duda dentro del sector financiero de que la industria de la gestión de activos y los propios clientes se han visto beneficiados, de una manera más o menos sustancial, del proceso de digitalización y de los avances tecnológicos aplicados al sector. Gracias a ello, ahora es posible […]
A estas alturas, casi nadie puede poner en duda dentro del sector financiero de que la industria de la gestión de activos y los propios clientes se han visto beneficiados, de una manera más o menos sustancial, del proceso de digitalización y de los avances tecnológicos aplicados al sector. Gracias a ello, ahora es posible acceder a los datos de nuestras inversiones a través de un dispositivo móvil u ordenador, ver su composición y evolución a golpe de click…En este escenario, la irrupción de las compañías fintech está fomentando el ahorro a largo plazo y, más concretamente, las denominadas wealthtech están ofreciendo soluciones para que la gestión de ese ahorro sea más rentable y al mismo tiempo, fácil, transparente y sencilla para el usuario. En España, las wealthtech han visto una gran oportunidad de negocio aportando al cliente un servicio de valor añadido a través de la tecnología, a través de plataformas o aplicaciones móviles diseñadas para ofrecer productos o servicios de inversión y de gestión de patrimonio, eliminando algunas de las ineficiencias del servicio de las entidades financieras tradicionales. De hecho, no son pocas las empresas Fintech que están dirigiendo su negocio a los ‘Millennials’, una generación completamente diferente a la de sus padres, no solo en cuanto al uso de la tecnología sino también por la forma en la que gastan, ahorran e invierten. Son jóvenes que invierten y quieren obtener rentabilidades sin asumir demasiados riesgos, es decir, tienen un perfil más conservador de lo que podría pensarse. Pero también son personas que cada vez son menos fieles a una marca y que valoran la rapidez, la efectividad y no estar atadas a una entidad concreta.
Uno de los canales a través de los que las wealthtech ofrecen sus servicios con costes reducidos es a través de los denominados roboadvisors, que atraen a un perfil de cliente más acostumbrado a realizar sus gestiones financieras mediante aplicaciones móviles o a través del ordenador, jóvenes y no tan jóvenes, al fin y al cabo, un 85% de los españoles cuenta con un smartphone. Estos roboadvisors, mejor llamados gestores automatizados, se configuran como una alternativa que proporciona asesoramiento financiero y gestión online de carteras mediante algoritmos y con una mínima intervención humana. En cuanto a su estrategia, construyen carteras personalizadas con diversificación global y seleccionando los fondos más rentables del mercado. De esta manera, obtienen mayores rentabilidades que las alternativas tradicionales. Además, son la opción más competitiva en términos de comisiones, lo cual repercute en la rentabilidad real que obtiene el inversor. Finalmente, las cantidades a invertir (aportaciones) tanto iniciales como periódicas suelen ser mucho más asequibles que en algunos vehículos de inversión tradicionales.
Las generaciones más jóvenes están más preocupadas por su jubilación y se interesan por los productos de ahorro e inversión a largo plazo y ahí las Fintech también se pueden convertir en las mejores aliadas. El gran reto al que se enfrentan es precisamente cómo priorizar el ahorro frente al gasto. Para ello, hay determinados métodos que pueden contribuir al ahorro periódico. Uno de ellos es el denominado ‘Reverse Budgeting’ o ‘presupuesto inverso’, que consiste en establecer un porcentaje de tus ingresos destinado al ahorro dejando el resto para los gastos necesarios. De esta manera, el ahorro se convierte en un hábito automático. De esta forma, las wealthtech utilizan sistemas automáticos para salvaguardar los objetivos de ahorro a largo plazo, mediante una aplicación o mediante una aportación periódica a un plan de pensiones. Otro método que se ha popularizado recientemente es la utilización de huchas digitales a través del redondeo en las compras diarias. Con esta fórmula, cada vez que realizamos una compra en determinados establecimientos, el importe de la misma se redondea al alza para destinar ese “dinero extra” al ahorro en una hucha digital.
En conclusión, las wealthtech se han convertido para el común de los ahorradores en el mejor aliado para ahorrar e invertir a largo plazo, realizar una planificación financiera de nuestros gastos, endeudamiento y hacer una previsión realista de objetivos financieros. Pero también las wealthtech se sitúan como actores clave para fomentar la educación financiera entre el conjunto de los ahorradores, lo que siempre redundará en una mayor libertad financiera.