España es uno de los países con la esperanza de vida más alta del mundo, según datos de la OMS. Por contra, el índice de natalidad es cada vez menor y eso ya está dando lugar a una población envejecida que deberá ser financiada por una población joven escasa. Cualquier persona trabajadora debería tener un ojo puesto en el momento de su jubilación y saber de manera aproximada qué pensión pública le quedará, una vez que se retire del mundo laboral. Hablamos de las pensiones y de su futuro, pero sobre todo de su presente. 

Y es que, si la situación es delicada para las personas trabajadoras del régimen general, lo es todavía más para aquellas personas que trabajan por cuenta propia. Según datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, en abril de 2023 España tenía 3.335.194 personas trabajadoras autónomas. Eso es, más de tres millones de personas que, en el momento de la jubilación, tendrán una perspectiva de pensión muy inferior a la media general. Actualmente, la pensión media del régimen de autónomos es de 914€/mes, un 40% inferior a la pensión de jubilación del régimen general, y un 15% inferior al salario mínimo interprofesional.

Así, ante la incertidumbre del nivel de pensiones que se podrá adquirir, de la variabilidad de la edad de jubilación y de los posibles cambios de ley en los próximos años, los autónomos y autónomas tienen a su alcance diferentes opciones para mejorar su pensión pública. Por un lado, pueden modificar libremente la base de su cotización dentro de los límites establecidos por el nuevo sistema de tramos de cotización que ha entrado en vigor a partir de año 2023, es decir, pagar más en concepto de cuota de autónomos, aunque esta opción requiera aumentar de manera considerable la base de la cotización y, en consecuencia, recibir menos ingresos. Por otro lado, existe la posibilidad de contratar un plan de pensiones para así disponer, dicho coloquialmente, de “un colchón para la jubilación”. 

La reciente modificación de la normativa en relación con los planes de pensiones de empleo, incorpora, por primera vez en el ordenamiento jurídico español, un instrumento de ahorro para la jubilación para este colectivo. Y es que las personas trabajadoras autónomas pueden ampliar notablemente su desgravación. Si hasta finales de 2022 era posible deducir hasta 1.500 euros, con las modificaciones introducidas en la ley 12/2022, es posible deducir hasta 5.750 euros. Además, es importante conocer que las aportaciones que se realizan pueden ser flexibles, en función del estado financiero de la persona; que las comisiones son muy inferiores a las de un plan de pensiones individual y que, al ser un complemento de la pensión, se le aplica una fiscalidad específica. 

Son evidentes las ventajas, pero también es importante que una persona que desee contratar un plan de pensiones cuente con el asesoramiento correspondiente en función de su situación y según sus necesidades. Un plan de pensiones no solamente implica ahorrar dinero para la jubilación, sino que es relevante conocer a qué se destinan esas aportaciones que no se quedan “congeladas” en una cuenta, sino que, gracias al trabajo de los expertos de las entidades financieras y aseguradoras, se invierten para buscar la máxima rentabilidad con el menor riesgo. En este sentido, en Caja de Ingenieros, como cooperativa de crédito, somos muy conscientes de la importancia de la salud financiera de nuestros socios y socias, y también de que estén al corriente del destino de sus fondos ofreciendo una gestión transparente de las inversiones socialmente responsables. El pasado mes de abril lanzamos junto con la Organización de Autónomos de Cataluña, el tercer plan de pensiones de ocupación simplificado del mercado y el segundo de entre los que están dirigidos a todo el colectivo de personas trabajadoras autónomas, el Plan Autcat Futur Autònoms, un plan de renta fija gestionado bajo criterios ISR. Eso quiere decir que, igual que el resto de los productos que ofrecemos en el Grupo Caja de Ingenieros, este plan cumple con la función de aportar un beneficio para la sociedad y de canalizar el ahorro en inversiones que generen avances y mejoras para el conjunto de la sociedad y el planeta.

Actualmente, son todavía muy pocas las entidades que gestionan planes de pensiones para autónomos, cuando es algo completamente necesario para solucionar uno de los principales problemas de los últimos años: una jubilación que permita cubrir las necesidades vitales, afrontar esta etapa con el nivel de calidad de vida adecuado y disponer de ese ahorro de seguridad por si surgen imprevistos.