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Opinión

El humanismo como clave para la transformación empresarial

Las empresas son motor de cambio y reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Conforme la sociedad va evolucionando, deben atender a esos cambios para adaptarse a ellos, integrarlos y asumir su propia transformación. En la actualidad estamos sumidos en un entorno incierto, con experiencias radicales e inéditas que afectan directamente al entorno empresarial […]

Dirigentes Digital

16 mar 2023

Las empresas son motor de cambio y reflejo de la sociedad a la que pertenecen. Conforme la sociedad va evolucionando, deben atender a esos cambios para adaptarse a ellos, integrarlos y asumir su propia transformación. En la actualidad estamos sumidos en un entorno incierto, con experiencias radicales e inéditas que afectan directamente al entorno empresarial y a la forma de gestionar las organizaciones.

Por un lado, estamos asistiendo a un cambio de paradigma económico que nos lleva a replantearnos el modelo vigente de globalización. La pandemia y la guerra en Ucrania nos han hecho dudar de la conveniencia de mantener este sistema de deslocalización industrial en el que todo se fabrica allí donde los costes son menores. Este modelo nos ha hecho totalmente dependientes de terceros y nos ha dejado expuestos a que, ante un fallo del engranaje, se corten los suministro y las industrias y servicios se paralicen.

Por eso, recientemente Manuel Pimentel, miembro de nuestro Patronato, hablaba de un reajuste hacia un nuevo modelo de ecosistemas económicos de grandes bloques que han de encontrar el equilibrio, permitiéndose entre sí la libertad de movimiento. Y esto tendrá, sin duda, un efecto en las personas, en el empleo, en las estrategias empresariales y en el futuro de la economía.

Y junto a estos retos económicos y geopolíticos, no podemos dejar de citar los retos de la transformación energética y tecnológica. La sostenibilidad y la digitalización imponen una serie de exigencias a las empresas, y estas necesitan perfiles profesionales capacitados y altamente cualificados para asumir los nuevos desafíos. Es decir, el talento se hace fundamental. Atraerlo y fidelizarlo se ha convertido en uno de los grandes caballos de batalla de las compañías. Y por eso, cobran cada vez más importancia los modelos de liderazgo y las culturas empresariales que incorporan una mirada humanista.

Sin duda, todo avanza hacia una gestión que pone a la persona en el centro de las decisiones estratégicas, por lo que las empresas deben ser capaces de integrar esta tendencia para garantizar su innovación, competitividad y futuro, alineándose con los valores que demanda la sociedad. En este proceso de humanización deben atender a cuatro factores clave:

- Ofrecer una nueva relación entre empresa y empleado basada en un “contrato psicológico” que otorgue mayor protagonismo a la confianza, la autonomía, la escucha activa y el propósito corporativo, y de esta manera activar el pensamiento crítico y creativo de las personas.

- Otorgar mayor protagonismo a la transparencia, que exige coherencia entre la experiencia interna y la comunicación externa, considerando a los empleados como los prescriptores o embajadores de marca más eficaces para la atracción del talento. La transparencia supone un ejercicio clave de buen gobierno en el que la comunicación se convierte en un aspecto clave.

- Normalizar en sus estructuras los nuevos modelos de trabajo y de contratación emergentes, como los modelos híbridos, la deslocalización y el trabajo en remoto, o los contratos trade con profesionales freelance o autónomos, asumiendo posibles elementos de individualismo e incertidumbre.

- Incorporar los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG, o ESG por sus siglas en inglés) para que la actividad empresarial aporte un impacto en el entorno y cuide el bienestar de los empleados y de todos los stakeholders de la compañía.

Hace falta convertirse en una empresa atractiva para conquistar a los mejores profesionales, ofrecerles una propuesta de valor que comprenda y atienda sus nuevas necesidades y dé respuesta a sus principales motivaciones. Y hace falta demostrar credibilidad y un compromiso claro con la sostenibilidad y con la sociedad.

La paradoja del paro y la falta de talento

Resulta paradójico el hecho de que las compañías españolas encuentren serios problemas para captar talento y cubrir la demanda de perfiles estratégicos que necesitan incorporar, con el nivel de paro que existe en nuestro país, el más elevado de la Unión Europea: según Eurostat, la tasa de desempleo en la eurozona en el mes de enero fue del 6,7%, y España se sitúa a la cabeza, con una porcentaje del 13%. También el paro juvenil, en proporción con la tasa general, es el más elevado del continente: frente a la media europea del 15%, el dato español asciende al 32%. Uno de cada cinco jóvenes europeos en situación de desempleo es español.

Ante esta situación cabe hacer dos reflexiones importantes. La primera, que existe una desconexión entre el sistema educativo y el entorno empresarial, que obliga a las empresas a asumir la capacitación de sus empleados para los nuevos roles que van surgiendo. Por ello, se hace necesaria una vinculación mayor entre ambos ecosistemas que favorezca el ajuste entre la oferta y la demanda y permita atajar el desempleo juvenil. Y es básico prestar mayor atención a las nuevas generaciones y lograr que su talento se quede en nuestro país, y genere valor y riqueza para los jóvenes del futuro. 

La segunda, que no podemos desaprovechar el capital humano de los seniors que voluntariamente quieran seguir en activo y prolongar su vida laboral. Necesitamos los amplios conocimientos que pueden aportar a las empresas y la sociedad, necesitamos evitar la desconexión intergeneracional y poner en valor lo que jóvenes y mayores pueden enseñarse entre ellos. Y además, puede ser un modo de mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones. En este sentido, cabe destacar el proyecto Generación Savia, en el que colaboramos con Fundación Endesa, que ha conseguido mantener conectado el talento de más de 40.000 profesionales senior con más de 500 organizaciones.

En Fundación máshumano nos gusta hablar de protopías, que son escenarios realistas, alcanzables y que invitan a un futuro mejor. Creemos que una mirada humanista sobre el mundo empresarial puede ofrecernos un futuro mejor para las personas y nuestra sociedad. La sociedad civil debe recuperar las riendas de su propio futuro y asumir la necesidad de construir una sociedad y unas empresas más humanas para las nuevas generaciones.

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