Tras cinco años de fuerte crecimiento y creación de empleo, según el Fondo Monetario Internacional, la COVID-19 ha afectado profundamente a la población y a la economía de España en particular y, a nivel mundial, en general. La propagación de los contagios, las medidas estrictas de confinamiento, la vulnerabilidad de la economía del país, las […]
Dirigentes Digital
| 21 dic 2020
Tras cinco años de fuerte crecimiento y creación de empleo, según el Fondo Monetario Internacional, la COVID-19 ha afectado profundamente a la población y a la economía de España en particular y, a nivel mundial, en general. La propagación de los contagios, las medidas estrictas de confinamiento, la vulnerabilidad de la economía del país, las dificultades que atraviesan las PYMES, grandes empresas y profesionales autónomos… la caída del turismo, la hostelería y otros muchos sectores, ha generado una gran sensación de miedo e incertidumbre en el mercado español. El relajamiento gradual de las medidas de confinamiento introdujo algo de vida a la actividad económica durante los meses de verano, pero la gravedad de la segunda ola de contagios es crítica y se hace necesario seguir con medidas restrictivas.
En situaciones de crisis y de inestabilidad económica es imprescindible, como dice el refrán, “renovarse o morir”. Una de las características diferenciales entre una empresa y otra es la productividad y la eficiencia de sus equipos de trabajo. Innovar, actualizarse y seguir formándose va de la mano con la productividad del trabajador. Es crucial para la empresa que sus profesionales no se conformen e intenten mejorar su rendimiento. Pero es importante saber que la productividad no es sinónimo de hacer varias cosas a la vez y, aunque creamos que con la multitarea aprovechamos más el tiempo, no es así.
Si tenemos en cuenta que en nuestra cabeza solo puede haber un pensamiento a la vez, nos daremos cuenta de que saltar de una cosa a otra no beneficia en absoluto a nuestro rendimiento. Cuando intentamos cumplir múltiples tareas de manera simultánea dividimos nuestra atención y no somos productivos al 100% en cada una de esas tareas. Realmente es mucho más productivo centrar toda nuestra atención en lo que estamos haciendo en ese momento. De esta forma tardamos menos tiempo en realizar cada una de las labores, cometemos menos errores porque prestamos más atención y estamos menos estresados, lo que favorece una imagen más profesional. En definitiva, disfrutamos más de lo que hacemos y somos más eficientes.
Nuestra productividad se dispara cuando ponemos nuestros cinco sentidos en lo que estamos haciendo. En este sentido, hay que minimizar tanto las interrupciones externas, que en estos momentos de COVID-19 son muchas, como las distracciones internas. Mi consejo es que entrenes tu mente. Por ejemplo, si cuidas tu cuerpo y vas al gimnasio para hacer ejercicio, mejorarás tu físico; si entrenas tu habilidad para llevar el volante de tu mente, cada vez lo harás mejor. Porque, si ahora mismo te paras a pensar, ¿quién lleva el volante de tu mente? ¿Tú? ¿Seguro? ¿Diriges a tu vocecilla o ella te dirige a ti? Sea cual sea tu realidad, la buena noticia es que es una habilidad que se puede entrenar y, si lo que está en juego es tu felicidad y tu productividad, creo que merece la pena ponerte manos a la obra. No eres responsable de tu primer pensamiento, pero sí de los siguientes.
Para ser productivo, otro aspecto fundamental es poner especial atención en cómo empiezas el día. Es impresionante la diferencia que hay si empezamos la jornada laboral mirando los emails o las RRSS a si iniciamos la mañana «centrando el día» organizando las tareas a realizar. Para ello, basta con dedicarle unos minutos a reflexionar y meditar y, acto seguido, repasar una «lista de declaraciones y valores» que te ayuden a recordar qué es importante en tu vida, para qué haces lo que haces, y sentirte agradecido por el día que vas a disfrutar. Cuando adquieres el doble hábito de entrenar tu mente al inicio de tu jornada y reflexionar unos minutos sobre tus metas y valores, comprobarás cómo eres capaz de desplegar tu actitud positiva inteligente y disparar tu productividad.