“La digitalización de pagos representa una estrategia imprescindible para la competitividad de un negocio”
Herminio Fernández, CEO de EuroconPay
| 22 may 2024
En un entorno altamente interconectado, los sistemas de pago digitales representan, para los bienes y servicios que ofrece un negocio, un enlace idóneo, conveniente y asequible con bancos, colaboradores, proveedores y nuevos mercados.
Estos sistemas toman una especial relevancia sobre todo en el contexto actual, caracterizado por un consumidor acostumbrado a la realización de pagos sin fisuras, en transacciones diarias, y con expectativas cada vez mayores para formas integradas y seguras de pagar por cualquier producto o servicio.
La historia de los pagos es tan antigua como la propia humanidad. Desde el trueque en las sociedades primitivas hasta las criptomonedas de la era digital, la forma en que intercambiamos bienes y servicios ha experimentado una transformación fascinante. En este artículo, exploraremos este viaje a través del tiempo, destacando los hitos más importantes y las tendencias que configuran el futuro de los pagos.
En las sociedades prehistóricas, el trueque era el método de pago dominante. Se intercambiaban bienes y servicios directamente, sin necesidad de un intermediario como el dinero, más que nada, porque este último todavía no había hecho su incursión en la historia. Este sistema, aunque simple, tenía limitaciones, sobre todo era necesario la coincidencia de necesidades y su dificultad para valorar los objetos, lo que hacía que a veces la diferencia de valor fuera dispar totalmente.
La aparición del dinero como unidad de cuenta y medio de cambio simplificó enormemente el comercio. Las primeras monedas, como las conchas o los lingotes de metal, dieron paso a monedas que en un principio se acuñaban en oro y plata a mano mediante un yunque y, posteriormente, dieron paso a los billetes de papel, que facilitaban su utilización debido a su peso ligero. El dinero facilitó la comparación de valores y la acumulación de riqueza y los sistemas monetarios basados en monedas y billetes permitieron el desarrollo de sistemas financieros más complejos.
Esos nuevos sistemas financieros dieron lugar a las entidades bancarias y de crédito, cuyo desarrollo del sistema monetario introdujo nuevas formas de pago basadas en el crédito. Los cheques permitieron realizar pagos sin necesidad de manipular grandes cantidades de efectivo, mientras que las tarjetas de crédito y débito ampliaron aún más la comodidad y flexibilidad de las transacciones, y fueron las pioneras en dar servicio a través de los ecommerces en sus orígenes.
La llegada de internet y las tecnologías móviles ha revolucionado el panorama de los pagos. Los pagos electrónicos, como las transferencias bancarias online y los pagos con nuevas empresas disruptivas, ofrecen rapidez y seguridad en las transacciones. Los pagos móviles, a través de smartphones y aplicaciones, han llevado la comodidad a un nuevo nivel, permitiendo realizar pagos con un simple gesto.
El comercio electrónico ha permitido comprar y vender productos a nivel global, mientras que los pagos electrónicos han hecho que las transacciones sean instantáneas y seguras.
Las criptomonedas, como Bitcoin o Ethereum, representan la última frontera en la evolución de los pagos y desde hace casi una década han hecho su incursión en la economía global.
Se basan en la tecnología blockchain, que ofrece un sistema de registro de transacciones seguro, transparente y descentralizado, cuya trazabilidad hace de este método de pago uno de los más seguros en la actualidad.
Aunque muchos piensan que las criptomonedas aún se encuentran en una fase de desarrollo temprano, su potencial para revolucionar el sistema financiero global es enorme y hoy en día existen servicios de pago con criptomonedas como EurocoinPay que han conseguido el reconocimiento a su disrupción por parte de la Unión Europea e incluso el Banco de España.
Las criptomonedas son monedas digitales que utilizan la criptografía para asegurar las transacciones y controlar la creación de nuevas unidades. Se caracterizan por ser descentralizadas, y ofrecer un alto nivel de privacidad, seguridad y rapidez.
Las ventajas de utilizar las criptomonedas en sistemas de pagos incluyen:
-Transacciones rápidas y económicas: las comisiones por transacción son generalmente bajas o inexistentes.
-Seguridad: la tecnología blockchain ofrece un alto nivel de seguridad contra fraudes y robos debido a su trazabilidad.
-Privacidad: las transacciones no aparecen en la red asociadas a nombres o información personal lo que hace de este sistema el más seguro frente a robo de datos por hackers, etc.
-Accesibilidad: cualquier persona con acceso a internet y un mínimo de conocimientos puede utilizar las criptomonedas.
-Volatilidad: el valor de las criptomonedas puede fluctuar significativamente, sin embargo, las plataformas de pago con criptomonedas ya resuelven esta volatilidad pudiendo hacer sus cobros directamente en dinero fiat, euros, dólares etc.
-Regulación: el marco legal para las criptomonedas aún está en desarrollo en muchos países, en España vamos por delante, de hecho, la nueva regulación Mica ya está adaptándose a muchas empresas cripto y entrará en vigor definitivamente a finales de este año 2024.
-Aceptación: la aceptación de las criptomonedas como forma de pago aún es temprana, sin embargo, cada vez son más las empresas que requieren de estos servicios debido a las ventajas transfronterizas y la prevención de fraude que aportan.
La evolución de los pagos ha sido un viaje fascinante que ha transformado la forma en que interactuamos con la economía.
Las criptomonedas representan un nuevo capítulo en esta historia, con el potencial de revolucionar el sistema financiero global.
A medida que la tecnología continúa evolucionando, será emocionante ver cómo se adaptan y se integran las diferentes formas de pago en el futuro, ya que probablemente la IA entrará a formar parte también de este ecosistema.