DIRIGENTES-PORTADA_ENERO24
Suscríbete a la revista
Miércoles, 24 de abril de 2024
D
D

Ahorro

Un mal otoño será, mas un otoño enamorado

Si nos dieran un euro por cada persona que nos dice que nos espera un otoño terrorífico lo pasaríamos a golpe de cigalas y vino caro. O a base de suscribirnos a todos los antojos posibles, según gustos. En esta sociedad nuestra en la que tan poco consenso hay, parece que por fin nos hemos […]

16 sep 2022

Si nos dieran un euro por cada persona que nos dice que nos espera un otoño terrorífico lo pasaríamos a golpe de cigalas y vino caro. O a base de suscribirnos a todos los antojos posibles, según gustos. En esta sociedad nuestra en la que tan poco consenso hay, parece que por fin nos hemos puesto de acuerdo. En lo malo, como buen pueblo dramático y pesimista que parece que somos. Es decir, en que el otoño será oscuro y triste, en que pasaremos frío y penurias y en que, si llegamos a fin de año, una fecha ahora tan lejana, será escuálidos y tiritando.

Ante tanta noticia sombría hay quien ha aprovechado por tirar la casa por la ventana y pasarse un verano tirando a generoso para que luego no le quiten lo bailao . Y en el otro extremo hay quien también se ha restringido hasta gastar lo mínimo, ahorrando para lo que venga.

Desde que todos llegamos a la adolescencia tenemos una pieza más en nuestro cerebro, que no venía de serie, aunque sí preinstalada, y es la capacidad para la abstracción. Es decir, hasta ese momento nuestro pensamiento era más bien de tipo concreto, pero a partir de la edad del pavo nos fue dada la capacidad para imaginar lo que no existe. Y para poder definir términos que a un niño de siete años le dejan igual que estaba. Como por ejemplo democracia, libertad o movimiento uniformemente acelerado. Conste que esa capacidad nos ha dado infinitas ventajas sobre los animales, tanto porque somos criaturas creadoras de belleza como porque podemos curar enfermedades y viajar al espacio. Pero, eso sí, entrar en los dominios de lo abstracto no es gratis. Con esa nueva pieza también nos llegaron los temores, las conjeturas, el miedo al qué dirán y en general, nuestra tendencia a ponernos en lo peor. Aunque, en realidad, ese peor pocas veces llega, al menos tal cual lo imaginamos.

Y eso es más o menos lo que estamos haciendo ahora. Ponernos en lo peor. Nadie niega que vaya a ser un otoño oscuro, desde luego. Y tampoco es cuestión ahora de fundirnos los ahorros ni en cigalas ni en vino caro. Pero quizá sí podamos poner en práctica lo que aprendimos no hace tanto, durante el confinamiento. Quien más quien menos en aquel momento se dio cuenta del incalculable valor de un simple paseo, porque durante mucho tiempo no lo tuvimos. O sintió la profundidad del cariño que puede llegar a contener un abrazo, pues hasta de eso tuvimos que privarnos. O se conformó con ver a sus seres queridos a través de una pantalla experimentando entonces la felicidad de saber que al menos tenía eso, dado que otros estaban acusando bajas entre los miembros de su familia. Quien más quien menos sintió que si tenía amor, salud y un plato en la mesa, de lo que fuera, podía vivir y reír y llamar a eso una vida plena.

Nadie sabe si este otoño será mejor o peor que la primavera de hace dos años. Es probable que nos aventuremos a decir que lo segundo es casi imposible. Pero acaso lo más importante no sea eso. Sino que es ahora, precisamente ahora, cuando tenemos que sacar a relucir aquello que aprendimos. Y regresar a aquellas verdades que conquistamos. Porque en realidad, eso aprendimos, hace falta muy poco para disfrutar de una vida lograda. Lo que pasa es que la sociedad del hiperconfort chilla y se revuelca como animal herido cada vez que recibe la cuchillada de una nueva merma.

Alguien tendría que explicarnos a todos cómo es eso de rebosar de pasión a pesar de que pinten bastos. Porque lo que es cierto es que, pase lo que pase, y ocurra el otoño que ocurra, alguien se enamorará. Y no será una sola persona. Serán miles, quizá cientos de miles en el mundo. Y quienes se enamoren lo recordarán siempre como una época bonita, quizá la más hermosa de su vida. En la que tuvieron que sortear obstáculos, sí, pero en la que pudieron mirarse a los ojos y reconocerse en el espejo del otro. En la que cada vez que se despedían sentían que se les iba la vida por la ausencia de ese otro. En la que vivieron quizá como se viven los amores en tiempo de guerra, esos a los que la conciencia de finitud hace más intensos y apremiantes. Amores a sangre y latido, a piel y fuego. En ese futuro fin de año escuálido y tiritante al que llegaremos, porque llegaremos, quizá algunos dirán: “un mal otoño, ha sido este”. Mas para otros habrá sido un otoño enamorado.

Artículos relacionados

Ahorro

EFPA se alinea con la comisaria de Servicios Financieros de la Comisión Europea a la hora de acercar el mercado de capitales a los ahorradores minoristas

EFPA España apuesta por la profundización y homogeneización de los requerimientos que se reclaman a los asesores financieros, desarrollando propuestas prácticas y reales, reconociendo debilidades y apostando por soluciones desde el propio sector.
Ahorro

Cómo hacer la Declaración de la Renta, según los expertos

Los expertos de Caja Ingenieros dan consejos para una Declaración de la Renta exitosa
Ahorro

EFPA España celebra el evento más importante del sector del asesoramiento financiero

EFPA Congress se celebrará en la ciudad de Málaga durante los días 25 y 26 de abril, con más de 1.000 profesionales de la industria de toda España.
Cargando siguiente noticia:


Recibe un email al día con las noticias de Funds&Markets



Villamor: “Podríamos ver un periodo de estanflación, pero sin una recesión grave”


Nuestros podcasts. 
Todo sobre economía y sus derivados

Po



© Piles Cincuenta S.L 2024 Todos los derechos reservados