Patrice Gautry (UBP): «Es imperativo gestionar la exposición a tipos de interés»

El experto considera que, si bien la recuperación ya está más avanzada en Estados Unidos, en Europa y Japón está dando todavía sus primeros pasos. En el caso de China, todo indica que el país crecerá a un ritmo más lento que en años precedentes a medida que prosigue la adopción de reformas económicas y estructurales. En conjunto, se prevé que el crecimiento mundial sea moderado y es poco probable que nos sorprendan las buenas noticias (como unas cifras de crecimiento económico o de incremento salarial superiores a lo previsto).

"Puesto que la moderación es la marca del crecimiento mundial, los inversores tendrán que adecuar su estrategia en la cartera y seleccionar cuidadosamente dónde buscar rentabilidad", explica Gautry, indicando que para el próximo año, "prevemos que, una vez más, la rentabilidad de las carteras se deberá a la asignación en renta variable, especialmente en los mercados bursátiles desarrollados, que siguen batiendo a los emergentes. Adoptar una estrategia de selección de títulos extremadamente selectiva será de nuevo un factor fundamental. Aunque el mercado es todavía alcista, en nuestra opinión el final de este rally está cada vez más cerca".

En cuanto a las posibles amenazas, el riesgo de deflación no ha desaparecido de los mercados de materias primas. Así, es posible que los bancos centrales no logren alcanzar sus objetivos de inflación, lo que repercutirá en las empresas de materias primas y sobre las economías a las que están muy ligadas.

En conjunto, 2016 no va a ser un año sencillo, pero los inversores que aguanten sin tirar la toalla en determinados sectores y clases de activos cuidadosamente seleccionados tendrían que lograr una rentabilidad atractiva.

En paralelo, aunque todo parece indicar que los resultados empresariales serán favorables, el año podría verse caracterizado por turbulencias periódicas, a medida que la subida de los tipos de interés estadounidenses vaya afectando a los sectores más vulnerables como los mercados emergentes. Así pues, se prevé que la volatilidad siga siendo elevada.

La subida es la única posibilidad

En 2016 tendríamos que ser testigos de la inflexión de la tendencia a la baja de los tipos de interés a largo plazo, vigente en los últimos 35 años, y que la economía estadounidense será la primera en quebrar con la subida de sus tipos. "Pese a que no han desaparecido todos los motivos de incertidumbre, ha aumentado la posibilidad de que la Reserva Federal incremente los tipos en diciembre y las expectativas del mercado han cambiado considerablemente. No obstante, todo parece indicar que esta institución no descartará la prudencia en la gestión de los riesgos, tanto externos (China, la inestabilidad de los mercados financieros) como internos (tasa de desempleo baja y eventual presión al alza de los salarios)", afirma el Economista Jefe de UBP.

En un entorno semejante, es imperativo gestionar la exposición a los tipos de interés. "Habrá que centrarse en aquellas clases de activos que menos sensibilidad tienen ante ellos, como la deuda high-yield y los bonos convertibles", asegura. Los inversores presentes en el mercado de la renta fija privada deberán centrarse tanto en el componente del diferencial, descontando el componente de tipos de interés, como en la duración corta. Se prevé que el entorno descrito juegue a favor de los mercados de renta variable. Siempre que la Reserva Federal gestione con prudencia la subida de los tipos de interés, su efecto sobre esta clase de activos no tendría que ser grande (de hecho, las subidas de tipos en el pasado repercutieron favorablemente sobre los mercados bursátiles) y prevemos la estabilización de los PER.

Perspectivas favorables en Europa

En su opinión, las perspectivas de los países desarrollados son mejores que las de los países emergentes, especialmente en lo que concierne a Europa. Las valoraciones de los títulos son correctas, la política del BCE es acomodaticia y la economía está empezando a coger impulso. "En estos momentos se diría que el viejo continente se encuentra en el mismo punto que Estados Unidos hace tres años, al comienzo de la expansión cuantitativa", explica, esperando que "los resultados empresariales europeos nos reserven gratas sorpresas en 2016. Todo ello constituye un buen augurio para el consumo discrecional y aquellos sectores ligados a la recuperación del ciclo interno".

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