Capó alargado, proporciones armoniosas y presencia elegante con un toque de agresividad resaltada por la mirada penetrante de sus faros LED y de sus enormes llantas de 21 pulgadas de diámetro (20 pulgadas de serie) de nuestra unidad de prueba. La carrocería híbrida con más de un 20% de aluminio pesa un 15% menos que si fuera toda de acero.
El interior es negro y gris con inserciones wrap-around, una línea horizontal que discurre por debajo del parabrisas y se prolonga hasta las puertas delanteras en carbono y aluminio, con asientos en cuero envolventes, con reposacabezas integrados y centro tapizado en Alcántara con costuras en rombos. Con la consola central orientada hacia el conductor, con las levas de cambio de marchas tras el volante en aluminio, con relojes con esfera negra, cifras blancas y agujas rojas como el resto de los chivatos del salpicadero, que muestran así la ferocidad del modelo. El volante de fina piel agujereada, perfecto de tacto y diámetro aunque nos sigue sin gustar la forma recta en su base. Una pantalla multifunción MMI color de 6,5" aparece al apretar el botón de puesta en marcha al tiempo que sendos altavoces, Bang & Olufsen, surgen también en las esquinas del frontal. Resulta impactante esta mezcla de tecnología, ergonomía y calidad de acabados en un interior amplio y luminoso.
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