El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, aseguraba este lunes que la isla caribeña dijo que el territorio es "insolvente" y que pronto se quedará sin dinero tras destacar que tiene una deuda de 73.000 millones de dólares.
García Padilla quiere que los tenedores de bonos compartan el sacrificio, según señala Reuters, por lo que pide a Washington que permita la reestructuración de su deuda por bancarrota.
Puerto Rico ha contratado a Steven Rhodes, un juez retirado de Estados Unidos que supervisó la histórica quiebra de Detroit y que intentará ayudar a solucionar los problemas de la isla. De momento, Rhodes ha señalado que Puerto Rico "necesita urgentemente nuestra ayuda", añadiendo que "ya no puede pagar sus deudas, pronto se quedará sin dinero para operar, sus residentes y negocios sufrirán", agregó.
Por su parte, García Padilla subrayó que "Puerto Rico necesita, y te propongo, un plan de reestructuración y desarrollo completo, comprensivo y abarcador, que atiende, no a corto, sino a largo plazo, y de forma definitiva, el inmenso problema que hoy enfrentamos".
Además, el gobernado apuntó que, "de no lograrlo, la alternativa sería el impago unilateral y no planificado de las obligaciones, con todas las consecuencias negativas que esto implica".
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