“Hemos caído de una planta 12 a un sótano -3”, dice Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), con respecto al impacto de la pandemia. En un evento celebrado en Madrid este jueves, el también vicepresidente de CEOE lanza varias advertencias al Gobierno acerca de los planes que tiene en mente pero, […]
AutónomosDirigentes Digital
| 16 dic 2021
“Hemos caído de una planta 12 a un sótano -3”, dice Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), con respecto al impacto de la pandemia. En un evento celebrado en Madrid este jueves, el también vicepresidente de CEOE lanza varias advertencias al Gobierno acerca de los planes que tiene en mente pero, sobre todo, acerca de lo que no debería hacer, teniendo en cuenta “las heridas tremendas” que ha sufrido el colectivo de autónomos.
Amor ha sido preguntado por las recetas que pide al Gobierno para facilitarles su actividad y responde que bastaría con que el Ejecutivo no se dedique “a poner zancadillas a los autónomos”. Entre otros aspectos, Amor destaca la subida de cuota de autónomos, que se ha subido sin ningún pacto por primera vez en muchos años, o la limitación de la flexibilidad a la hora de contratar.
No obstante, no todo depende del tablero que disponen las administraciones, dado que en este momento enumera diversos factores que están influyendo a los autónomos más si cabe que a las empresas más grandes, como son la subida de la luz o el incremento de precios de las materias primas y el carburante.
Como ejemplos, pone a las lavanderías, que están pagando el triple de electricidad que el año pasado, o a los bares y restaurantes, que pagan el doble, mientras que los transportistas han notado un incremento del 35%. Asimismo, nombra la nueva ola de contagios, que aún está por revelar su huella en la economía.
En ese sentido y como miembro de la directiva de CEOE, Amor se ha referido a la reforma laboral que se está negociando. Aunque no entra en detalles, advierte de la importancia de la nueva legislación: “Nos estamos jugando la competitividad de los próximos cinco años”. En ese sentido, defiende que la legislación vigente, la llamada reforma laboral de 2012, ha conseguido “salvar muchos empleos”. No niega que “la normativa laboral es mejorable” pero insiste en que la clave está en proporcionar flexibilidad a las empresas más pequeñas.
Por otro lado, Amor recela bastante de las posibilidades de que los fondos europeos tengan un efecto positivo en su sector. “Tenemos bastante escepticismo” corrobora el presidente de ATA y, de hecho, es una visión en la que coincide el 65% de las pymes, según un estudio reciente de Cepyme. Desde su punto de vista, el dinero debe servir para capacitar a los autónomos, más que para proporcionarles tecnología. “Es mejor tener un millón de autónomos bien preparados que un millón de autónomos con un iPad nuevo”, reflexiona Amor.