España tiene una de las tasas de actividad emprendedora más bajas de Europa. Se trata de una situación preocupante que las administraciones no han sabido revertir y que empeora con la edad: cuantos más años, más disminuye el ratio de emprendedores. La semana pasada, se presentó la iniciativa ‘TaleS’, impulsada por el CISE y respaldada […]
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| 18 may 2022
España tiene una de las tasas de actividad emprendedora más bajas de Europa. Se trata de una situación preocupante que las administraciones no han sabido revertir y que empeora con la edad: cuantos más años, más disminuye el ratio de emprendedores. La semana pasada, se presentó la iniciativa ‘TaleS’, impulsada por el CISE y respaldada por la Fundación Mapfre a través de su Centro de Investigación Ageingnomics. A través de este programa, los emprendedores de más de cincuenta años que cuenten con una idea de negocio pueden beneficiarse de la formación gratuita que ofrece este proyecto.
Mediante este curso, de 14 semanas de duración en formato híbrido –combinando sesiones online con presenciales–, se busca que los inscritos mejoren su capacidad de identificar oportunidades de negocio y transformar estas en algo material, tocando temas tan diversos como la creatividad, las finanzas empresariales u otras disciplinas.
En nuestro país, el porcentaje de personas que deciden emprender un negocio se ha mantenido más o menos constante en las últimas dos décadas. Así se desprende de la serie histórica del informe GEM anual, que analiza a nivel mundial la tasa de actividad emprendedora o TEA, por sus siglas en inglés. Este indicador muestra el ratio de población que está montando un negocio, o que lo ha hecho en los últimos 42 meses.
En la última edición de este informe, que recopila datos del año 2020, se muestra que el emprendimiento por parte de la población comprendida entre los 35 y los 44 años ha descendido siete décimas hasta el 6,2%. A su vez, en el grupo formado por ciudadanos de entre 55 y 64 años, la tendencia es inversa: la tasa subió ligeramente hasta el 4,3% en 2020.
A partir de esta encuesta que usa, por un lado, una muestra de 26.000 personas representativas de la población española de entre 18 y 64 años y, por otro, una consulta realizada a más de 700 expertos especializados en diferentes disciplinas relacionadas con el ecosistema empresarial, se extrae una radiografía completa del emprendimiento en nuestro país.
Si dividimos a los emprendedores por sexo, el 3,1% de los hombres mayores de 55 años han abierto un negocio recientemente o están en proceso de hacerlo. Poniendo el foco en el tipo de actividad desarrollada por estos negocios, la mayor parte de los mismos –el 70%– se concentran en torno a cinco actividades: comercio minorista, hostelería y restauración (28,6%), seguidos de agricultura, silvicultura y pesca (12%), servicios profesionales (11,8%), gobierno, salud, educación y servicios sociales (11,5%) y fabricación (8,5%).
Las personas mayores de 55 años son el grupo poblacional que se encuentra en una posición más cómoda para comenzar una carrera emprendedora debido a factores como una mayor disposición de capital, una experiencia más dilatada y una red de contactos más amplia. Estas circunstancias, entre otras, provocan que el ratio de supervivencia de un negocio implementado por este grupo poblacional sea más del doble que la media.
Pese al evidente potencial y a la reciente evolución favorable de la tasa de emprendimiento entre los mayores de 55 años, España sigue por debajo de la media, situándose esta en el 4,6% frente al 2,8% nacional, lo que muestra que aún queda un largo camino por recorrer.
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