La propagación del coronavirus a nivel mundial ha alterado la hoja de ruta de la economía. Un enemigo invisible que ha sumido en la desesperación al grueso de compañías y trabajadores que se han visto obligados a adaptarse a las circunstancias para intentar sobrevivir a esta larga travesía por el desierto. 

A falta de un par de semanas para el aniversario del decreto del primer estado de alarma, muchas empresas se han quedado por el camino y no volverán a subir la persiana. De las que sí han conseguido resistir o han decidido embarcarse en la aventura del emprendimiento, algunas de ellas han optado por vías como la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) para obtener financiación. Prueba de ello es que, ante esta situación excepcional, la organización adscrita al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha recibido un total de 2055 solicitudes de financiación en 2020, la cifra más alta registrada en toda su historia, con un incremento del 11% con respecto al ejercicio anterior. 

El consejero delegado de Enisa, José Bayón, atribuye este repunte a la “importancia y necesidad” que los préstamos participativos (su producto por excelencia) desempeñan en el ecosistema emprendedor, sobre todo, en un “año especialmente difícil debido a la crisis generada por la COVID-19, que ha impactado fuertemente en las pequeñas y medianas empresas”, ha subrayado.

Pese a ello, a lo largo de 2020 han aprobado 506 operaciones por valor de 83,4 millones de euros. A este respecto, las compañías de menos de tres años han acaparado el 60,5% de los préstamos y el 45,4% de la inversión. Al analizar por zonas geográficas el reparto es bastante desequilibrado, ya que la mayor parte se concentra en Cataluña (35% de la inversión), Comunidad de Madrid (29% de la inversión) y Comunidad Valenciana (8% de la inversión). Esto podría atribuirse al hecho de que el sector TIC representa el 38% de las solicitudes y el 39% del montante total, con fuerte presencia de las compañías de este tipo en las citadas regiones. 

Desde el lanzamiento del préstamo participativo, Enisa ha destinado más de 1.100 millones de euros a un total de 7.033 préstamos, que han ido a parar a más de 6.300 empresas. Frente a esta situación, Bayón ha destacado el papel que juega el emprendimiento en el fomento de la reconstrucción social y económica de España. “La transformación del modelo productivo y el avance de la industria y de todo tipo de negocios depende de seguir en esa dirección”, remarca.