Las empresas españolas han encajado el mazazo de la pandemia con resiliencia, teletrabajo e imaginación. Ante la apertura de un mercado paralizado, es el momento de preguntarse si la diversificación puede ayudar a aumentar las ventas en el presente y, en el futuro, a soportar futuras crisis. Más de la mitad de las pymes españolas […]
PYMESDirigentes Digital
| 22 oct 2021
Las empresas españolas han encajado el mazazo de la pandemia con resiliencia, teletrabajo e imaginación. Ante la apertura de un mercado paralizado, es el momento de preguntarse si la diversificación puede ayudar a aumentar las ventas en el presente y, en el futuro, a soportar futuras crisis.
Más de la mitad de las pymes españolas (56%) venden sus productos fuera de España. Eso demuestra el cambio de chip de los pequeños empresarios españoles, que después de la Gran Recesión observaron que la manera de seguir creciendo era vender fuera de un país arrasado en el plano económico y social.
Una encuesta de Alibaba Group muestra cómo la mentalidad se ha transformado, si bien el tamaño de las empresas, su falta de músculo, dificulta dar el paso. De hecho, el transporte es un freno para el 19% de las compañías europeas, mientras que el 18% de las empresas afirma que el mayor obstáculo es la falta de personal y recursos.
Para facilitar que las mercancías europeas traspasen las fronteras, el 42% de las pymes consideran que sería útil reducir la burocracia que se les añade cuando hacen negocios transfronterizos. Ese porcentaje es aún mayor (48%) en el caso de las empresas que ya exportan.
Eso no quita que más de la mitad (52%) de las pequeñas empresas españolas estén dispuestas a incrementar su oferta de productos y servicios para el mercado internacional. Y la pandemia es el principal motivo para apostar por la exportación. Según el informe de Alibaba Group, el 55% de las empresas que exportan afirman que la exportación es esencial para la supervivencia de su negocio.
Para el Club de Exportadores e Inversores Españoles, este es un momento propicio para que los negocios nacionales saquen partido “de los cambios estructurales que la covid-19 ha introducido en el comercio internacional”. Desde el punto de vista de este club, los servicios internacionales a empresas podrían ser el sector con más oportunidades de crecer. Asimismo, se señalan los productos estratégicos, dado que la pandemia ha demostrado que hay una “dependencia exterior excesiva”.
Sin embargo, no todas las empresas se aprovechan de las posibilidades que ofrece el entorno digital. “Muchas no están aprovechando aún la oportunidad existente de comercio digital en todo el mundo, a pesar de la demanda persistente de productos europeos asequibles y de alta calidad”, se dice en el estudio del marketplace chino.
El punto de vista de dicho análisis es, precisamente, el mercado del gigante asiático. Las empresas españolas apenas miran hacia allí a la hora de exportar: solo lo hacen el 14%. El porcentaje no es mucho mayor en el caso del conjunto de las empresas de la Unión Europea, ya que asciende al 17%. Para Alba Ruiz, directora de Desarrollo de negocio de Alibaba Group y Alipay en España y Portugal “no está siendo suficientemente aprovechado el enorme potencial del mercado chino, la economía que más crece en el mundo”.
Al contrario, siete de cada diez pymes prefieren vender a otros Estados miembros de la Unión Europea, y tres de cada diez, a Norteamérica. Para mejorar en ese propósito, los mercados online son una herramienta clave, frente a los sitios web que pueden generarse en los países de origen.
“Es gratificante comprobar que los marketplaces, parte muy significativa del ecosistema digital de Alibaba Group son muy apreciados por las pymes españolas, ya que el 90% de ellas manifiesta en nuestra encuesta que facilitan la exportación en comparación con las webs propias”, afirma Ruiz.
Los exportadores españoles coinciden en que la venta en remoto es una oportunidad. Asier Minondo, de la Deusto Business School, concluye en un informe para el Club de Exportadores que “España tiene una oportunidad para aumentar sus exportaciones de servicios a empresas gracias a la mayor disposición de éstas para contratar servicios en línea”.
Además, ese impulso puede resultar beneficioso para el conjunto de la economía española, cuya piedra angular, el turismo, continúa en una situación precaria. “Este aumento, además, contribuirá a suavizar el impacto negativo que la lenta recuperación de los ingresos por turismo ha tenido sobre la balanza comercial”, afirma Minondo.
Hay que tener en cuenta que España ya tiene empresas en ciertos sectores con expectativas de crecimiento. En el caso concreto de los servicios, los exportadores cifran en un 7,5% el aumento de las ventas de servicios empresariales al extranjero entre 2013 y 2019, lo que sirvió para ganar cuota en el mercado.
En cuanto a la relocalización estratégica que se está considerando en las instancias europeas, España también está bien posicionada. “Cuenta con salarios competitivos, una mano de obra cualificada y buenas infraestructuras”, dicen los exportadores, quienes enumeran beneficios como la reducción de los costes de transporte y el mayor dominio sobre la situación por parte de las empresas.
En cualquier caso, Minondo cree que “cada país de la UE debería especializarse en aquellos sectores, o etapas del proceso de producción en los que ya cuente con un alto grado de competitividad”. En el caso de España “hay claras ventajas en el sector de la farmacia y de las energías renovables”, indica el experto.
No obstante, insiste en que uno de los cambios que más pueden ayudar a aumentar las exportaciones es el impulso de acuerdos con otras regiones del mundo, de modo que se reduzcan o eliminen las barreras de entrada para productos y servicios extranjeros.
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