En el mundo empresarial, hablar de globalización es una constante. Pero esto atañe más a las grandes empresas. Aun así, las pymes tienen aquí una oportunidad. La herramienta para conseguirlo es la digitalización. El crecimiento de los canales electrónicos y las plataformas de ecommerce se presentan como una oportunidad para la expansión internacional de las […]
PYMESDirigentes Digital
| 24 feb 2020
En el mundo empresarial, hablar de globalización es una constante. Pero esto atañe más a las grandes empresas. Aun así, las pymes tienen aquí una oportunidad. La herramienta para conseguirlo es la digitalización.
El crecimiento de los canales electrónicos y las plataformas de ecommerce se presentan como una oportunidad para la expansión internacional de las pymes, tal y como explican desde el Club de Exportadores e Inversores: “Comprender la cultura digital o la tecnología comercial que permite vender en Alibaba o Amazon puede tener más impacto en la cuenta de resultados que comprender la diferencia entre el mercado de Francia o Alemania”.
Y es que 8.000 empresas españolas ya operan en la plataforma de Amazon. En cuanto al mundo Alibaba, Aliexpress y Tmall, la cifra es de 3.000 empresas. Ante esta cuestión, el Club de Exportadores e Inversores explica las claves que debe seguir una pyme para internacionalizar sus servicios:
1. El mercado es la plataforma: A la hora de decidir el mercado, los datos más importantes son los de la propia plataforma: usuarios conectados, dispositivos, activos, penetración de internet… La clasificación arancelaria de los productos es sustituida por las categorías en las que la plataforma organiza su oferta.
2. La plataforma es el canal de distribución: En el comercio digital, la plataforma también actúa como un ecosistema que facilita la relación e interacción con los clientes finales. Es también el propio canal de distribución.
3. La propuesta de valor incluye aspectos tangibles e intangibles: Además de la claridad y diseño del producto (color, peso, diseño, resistencia…), presentan una especial importancia aspectos cualitativos como la experiencia de compra. El cliente exige que dicha experiencia de compra sea igual, independientemente del camino o canal consuma. Si la experiencia es buena, el comprador se animará a una recomendación y, en definitiva, a una repetición.
4. Gestión del precio y de margen: La venta directa al consumidor (B2C, por sus siglas en inglés) transfronteriza exige reconfigurar el escandallo de exportación tradicional. La distribución del valor añadido y del margen se reparte de manera diferente. El concepto de elasticidad-precio se gestiona online y de manera mucho más dinámica. Movimientos de precio en la oferta provocan rápidamente en las ventas.
5. El cliente lo quiere barato y pronto: El consumidor digital es muy exigente en cuanto al precio y el tiempo de entrega, que se han convertido en los elementos fundamentales de la decisión de compra. El usuario siempre compara precios y también tiene en consideración las reseñas y valoraciones de otros clientes. Frente a estos elementos, el origen del producto pierde relevancia.
Con todo esto, la plataforma digital trae una nueva forma de entender la relación entre proveedores y clientes. Una oportunidad para desmarcarse de la tendencia y sobrepasar los límites.