Los planes de pensiones son un vehículo de inversión que consigue rentabilizar el ahorro, salvándolo de la inflación y ofreciendo rendimiento a los partícipes. En el largo plazo, los planes del sistema individual registran una rentabilidad media anual (neta de gastos y comisiones) del 3,35% y, en el medio plazo (5 y 10 años), presentan una rentabilidad del 1,6% y del 2,8% anual, respectivamente. Esto supone que un plan de pensiones medio en el que un partícipe haya tenido su dinero durante una década ofrece una revalorización total del entorno del 28%. Es decir, si en el año 2009 un ahorrador hubiera invertido 10.000 euros, ahora tendría 12.800 euros. Aunque pueda parecer un bajo rendimiento, habría servido para batir la inflación y no perder poder adquisitivo.
La rentabilidad de los planes de pensiones hay que mirarla siempre a largo plazo o muy largo plazo, ya que según la normativa los inversores no pueden sacar el dinero hasta pasado un largo periodo. Por eso, hay que mirar los rendimientos medios con vistas a 20 años o más. “Por ejemplo a 26 años, la rentabilidad media anualizada de los planes de pensiones es el 4,02%, muy superior a la inflación anual de ese período, con lo que los planes de pensiones han conseguido mantener con creces el poder adquisitivo de los ahorradores”, comenta José Luis Manrique, director de estudios del Observatorio Inverco.
Sin embargo, el patrimonio de los planes de pensiones permanece estancado a lo largo de los años. Según los datos de Inverco, en el año 2009, estos vehículos de inversión suponían el 5,3% del total de los activos de las familias españolas. En el segundo trimestre de 2019 representan el 5,1%. Por su parte, los fondos de inversión pasaron en ese mismo periodo del 7,5% al 9,5%.
Mejores categorías
Si bien la media a diez años total ofrece una rentabilidad del 2,8%, hay categorías mucho más ventajosas para los partícipes. Por ejemplo, la renta variable a 10 años ofrece un rendimiento del 6,24%. Esto supone que, de 10.000 euros invertidos en estos activos, el ahorrador hubiera conseguido 16.240 euros en una década, en lugar de los 12.800 euros de la media.
Los activos de renta variable son los que a la larga reportan más rentabilidad al inversor, “y más en un momento en el que los tipos de interés están marcando una situación en el mercado nunca vista hasta la fecha, pero también es cierto que son inversiones más volátiles y no son apropiadas para todo tipo de clientes si no se explican correctamente”, comentan desde la gestora de planes de pensiones de AXA. “También hay que tener en cuenta el horizonte temporal, ya que históricamente podemos ver que las inversiones en renta variable pueden ser más rentables, pero en una visión de medio o largo plazo”, añaden.
Si la renta variable está destacando en los últimos años, especialmente la americana, la renta fija está atravesando un momento complicado. En cuanto a la rentabilidad, la renta fija a largo plazo anualizada a 10 años ofrece un rendimiento del 1,98%, pero asciende hasta el 3,2% si el horizonte temporal es de 25 años. La política monetaria llevada a cabo por los bancos centrales ha conducido a un entorno de tipos cero “que lógicamente no favorece a los planes de renta fija. No obstante, la volatilidad de este tipo de planes ha sido inferior a la registrada por los de renta variable. En este sentido, los partícipes deciden libremente qué tipo de planes de pensiones se ajustan más a su perfil de riesgo”, explica Manrique.
La importancia de la expansión monetaria
El cambio de rumbo de los bancos centrales está afectando a los planes de pensiones, ya que históricamente han optado por estar más expuestos a la renta fija debido a que son activos con menor volatilidad y más seguros para el inversor. Aún así, pese a la política monetaria estos planes están consiguiendo rentabilidades positivas. “Durante todos estos años aplicándose políticas monetarias laxas por parte de todos los bancos centrales las rentabilidades obtenidas en los activos de renta fija han sido positivas”, aseguran en AXA.
Si los tipos de interés siguen bajando los precios de los activos de renta fija en las carteras “seguirán revalorizándose en precio a pesar de que estén cotizando con rentabilidades más negativas. No obstante, unos tipos de interés negativos prolongados en el tiempo son perjudiciales para las carteras de los fondos de renta fija porque las reinversiones en nuevos activos se harán a tipos de interés negativos y esto, a la larga, provoca rendimientos negativos para los inversores”, advierten en la gestora.
Mejores planes
Si lo que se busca de un plan es primar la rentabilidad por encima de la volatilidad, los planes de pensiones que mejor se están comportando son los de renta variable americana. De los cinco planes más rentables comercializados en España, cuatro corresponden a dicha categoría. De hecho, el más rentable, llamado Naranja Standard & Poors 500 replica el índice americano y ha conseguido batirlo en los últimos años.
Tras la categoría de renta variable americana, la segunda mejor por rentabilidad es la renta variable global. Esta categoría invierte en bolsas de todo el mundo y los planes pueden estar expuestos a diversos mercados. Es el caso del fondo MPP Audaz Global, gestionado por AXA. El producto, con una rentabilidad media del 7,1% en los últimos cinco años, se centra en invertir en valores de renta variable nacional e internacional, con un horizonte de inversión a medio y largo plazo.
Dentro de la renta variable nacional, destaca el plan Allianz España, que invierte un mínimo del 75% en valores de renta variable de emisores españoles, aunque el 25% restante puede invertirlo en activos de otros países de la OCDE. Lo cierto es que su rentabilidad anualizada a 5 años supera el 4,7%.
Si por el contrario se busca un plan con baja volatilidad y rentabilidad positiva que aspire a salvar la inflación y ofrecer un rendimiento razonable, entonces la categoría de la renta fija cobra protagonismo. El plan Caser Deuda Pública es el más rentable con menor volatilidad, ofrece un rendimiento en 5 años del 8,25% con una volatilidad del 1,24%. Es más, de los 20 planes con menos volatilidad, todos invierten en renta fija. La diferencia reside en la rentabilidad que el ahorrador busque y la prioridad que tenga respecto a la volatilidad.
Además de la renta variable y la renta fija, existen otras categorías como los planes mixtos, los garantizados, los monetarios y los de rentabilidad absoluta. Todas estas categorías ofrecen retornos positivos a partir de los 10 años. Los mixtos destacan por la flexibilidad a la hora de combinar tanto renta variable como renta fija y dentro de la categoría se encuentran planes como el Plus Ultra Mixto, que en los últimos cinco años ha tenido una rentabilidad media del 6,12% anual, con una volatilidad del 8,91%. La categoría que peor se comporta es la de los planes monetarios, que acumulan rentabilidades bajas o negativas. De hecho, de los 15 planes de pensiones monetarios comercializados en España, solo ocho acumulan rendimientos positivos a 10 años.
En el conjunto global, son pocos los planes de pensiones que han batido al mercado en sus categorías. Según señala Fernando Luque, analista de Morningstar España, de los 574 planes analizados, solo 47 han logrado batir al mercado en sus respectivas categorías.
Enfrentar una recesión
Uno de los principales temores que tienen los inversores a la hora de invertir es cuánto dinero pueden perder durante una recesión, como la que se aproxima. Sin embargo, “los partícipes de planes de pensiones tienen una ventaja frente a, por ejemplo, los partícipes de fondos de inversión. Y es que su inversión es a largo plazo, por lo que en caso de recesión pueden mantener la inversión sabiendo que muy probablemente el efecto de ésta será recuperado en el futuro. Esto es lo que pasó en la crisis del 2008, cuyos efectos ya han sido compensados totalmente por los planes de pensiones”, señala el director de estudios del Observatorio Inverco.
A este respecto, cabe señalar que el actual “ciclo económico podría sorprendernos en longitud y que se alargue, teniendo en cuenta que las actuaciones de los bancos centrales y de los gobiernos son cada vez más agresivas y/o extensas. Esto podría hacer que los activos tradicionalmente considerados como activos de riesgo (renta variable, crédito con menor calidad crediticia o a más largo plazo) se vieran beneficiados por estas actuaciones de política monetaria y fiscal”, señalan desde AXA.
2019-12-05 11:12:23