En un reciente análisis, Jason Pidcock, gestor del Jupiter Asia Pacific Income Fund, explica que la subida de los rendimientos de los bonos, el auge del proteccionismo comercial y el aumento de la confrontación política son los tres principales riesgos para las Bolsas mundiales este año. “Nos encontramos ante el mayor movimiento de rotación de la renta fija mundial que el mundo ha visto desde la agitación provocada por el anuncio del fin de la QE en EEUU en 2013, el famoso taper tantrum”, advierte el experto, explicando que los rendimientos de los bonos y los precios de las materias primas podrían volver a caer si las medidas de Donald Trump no cumplen con las expectativas de crecimiento. En este escenario, y en referencia a las estrategias income basadas en dividendos, explica que “a medida que suben los tipos de la renta fija, los inversores saldrán de las acciones con características similares a los bonos, es decir, con rentabilidades por dividendo elevadas”. El proteccionismo comercial en Occidente y los riesgos políticos son otros dos factores que, a juicio de la firma, los inversores deben tener muy en cuenta a la hora de asignar activos en cartera. “Hay que separar a los políticos de mano dura en dos categorías: los que buscan la confrontación alentados por un deseo de instaurar reformas de calado en sus países y los que buscan la confrontación por la confrontación”, indica Pidcock. El gestor se muestra especialmente optimista con un mercado en el que es experto: los países asiáticos desarrollados, “donde mis reuniones recientes con los consejeros delegados y los directores financieros de las empresas en las que invierto me han reafirmado en mi creencia de que el crecimiento de los beneficios se mantendrá durante el próximo año”. A su juicio, eso se debe, en gran parte, al hecho de que se encuentran en países caracterizados por la estabilidad política y unas economías sólidas y en expansión. Pero cuidado. Economías del continente como China, que hace justo un año seguía sembrando el pánico en los mercados, pueden volver a despertar los temores ‘tapados’, de momento, entre los inversores. En un reciente análisis, Anthony Doyle, director de inversiones de renta fija de M&G, advierte de factores como el crédito al sector privado chino se está acercando a un nivel de crisis histórico. A su juicio, los inversores deben fijarse muy bien en la evolución de esta estadística para valorar la sostenibilidad del crecimiento. “Si el crédito no crece, significa que los hogares y las empresas no confían lo suficiente en sus respectivas previsiones como para tomar dinero prestado e invertir. Si el crédito crece demasiado deprisa, podría causar inestabilidad financiera y macroeconómica. La historia nos ha enseñado que un desarrollo significativo y rápido del crédito al sector privado precede en general a las crisis bancarias”, advierte el experto, recordando que los ratios de endeudamiento en países como China y Australia se encuentran cercanos al máximo alcanzado por Japón (221%) en los años 90 y por España (218%) en el 2010. Tal y como explica Doyle, el dominio de la inflación en los mercados financieros en los últimos meses, haciendo subir la TIR de los bonos y la cotización de la renta variable, llevó a muchos observadores a dejar de prestar atención a los elevados y crecientes ratios de endeudamiento de algunas de las principales economías mundiales. “Teniendo en cuenta que llevamos nueve años en la fase expansiva del ciclo de crecimiento de la economía global, y que los tipos de los bancos centrales de las economías desarrolladas siguen en mínimos, cabe preguntarse si la próxima recesión de alcance mundial durará mucho más que la crisis de 2008-09”, advierte.
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