El gigante tecnológico ha informado de que detendrá las ventas de su nuevo modelo Galaxy Note 7, recién salido al mercado, tras las denuncias de varios clientes de que sus teléfonos se habrían incendiado mientras cargaban por una sobrecarga. En aquellos países donde el smartphone aún no se ha lanzado, la marca ha pospuesto su salida al mercado.
Ahora, Samsung ha confirmado que necesitará unas dos semanas para preparar los reemplazos para los móviles ya vendidos. En torno a 24 dispositivos en todo el mundo estarían afectados por este problema del millón de estos móviles que ya se han producido.
Por el momento, según señala Reuters, no se ha concretado cuándo la firma volverá a las ventas de su nuevo smartphone.
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