¿Se terminaron los recortes? España se compromete a 17.500 millones más

El pasado jueves víspera de puente, el Gobierno dio por finalizada la crisis económica y abrió una nueva etapa de recuperación económica. El ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó el nuevo cuadro macroeconómico con la España creciendo a un ritmo del 3% anual, creando cerca 600.000 puestos de trabajo y con una perspectiva estable de alcanzar las 20 millones de personas ocupadas. Por su parte, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicaba como el Estado enderezaba sus cuentas públicas cumpliendo en los próximos años las exigencias de Bruselas sobre el déficit público y cómo en el horizonte del 2018 la deuda pública descendía.

Era la puesta escena del Programa de Estabilidad que se remite a la Comisión Europea con las previsiones económicas y la política fiscal para los próximos años. En la rueda de prensa no se contó que pese a la mejora previsible de ingresos para el Estados y el crecimiento del PIB, el Gobierno mantiene su política de reducción del gasto público con un recorte de 17.500 millones para los próximos tres años. Las medidas que contempla la estrategia fiscal entre 2015 y 2018 "se concentran en el lado del gasto, con 0,7 puntos de PIB en 2015, 0,6 en 2016 y 0,3 en 2017. El total equivale a 17.500 millones de euros en tres años para lograr la contención del crecimiento del gasto", explica el Ejecutivo en el documento enviado a Bruselas.

La contención del gasto se realizará, según el Gobierno, gracias a la reposición parcial de empleados públicos que se jubilen, pues hay una elevada concentración de jubilaciones estos años, que supondrán 900 millones menos de gasto. La reforma de la Administración Pública aportará 900 millones gracias a la eliminación de duplicidades, la centralización de compras, la gestión digital y, en general, la racionalización del gasto. También señala que habrá 1.000 millones menos en gasto anual por pensiones por las medidas adoptadas en el sistema que incluyeron retrasar la edad de jubilación. Y 800 millones a los menores pagos a las mutuas.

El Gobierno indica que de esta manera se cumplirá con el objetivo de déficit público del 4,2% establecido para este año y del 2,8% para 2016. Y advierte que aunque el próximo año se cumpla con el Pacto de Estabilidad (para que el déficit se mantenga por debajo del 3%) y se salga del Procedimiento de Déficit Excesivo (las recomendaciones impuestas por Bruselas) "continuará el ritmo de ajuste estructural para evitar que durante los años de expansión el gasto crezca demasiado rápido y de reducir la ratio de deuda". En los dos próximos años no habrá relajación de la política fiscal.

Por otra parte, el Gobierno contempla que la deuda pública inicia una senda decreciente a partir de 2015, año en el que alcanza su máximo en el 98,9% del PIB, y en el horizonte de proyección del programa llega a 93,2% del PIB, con una reducción anual que se intensifica gracias al crecimiento del PIB y al aumento del superávit primario.

El Ejecutivo estima que los gastos en el periodo de 2015 a 2018 se reduzcan en 5 puntos del PIB, pasando de suponer el 43,5% en 2014 al 38,4% en 2018. Por su parte los ingresos, pese al recuperación económica sólo supondrá tres décimas del PIB, al pasar del 37,8% en 2014 al 38,1% del PIB en 2018. Sin embargo, el Ejecutivo reconoce que lo ingresos tendrán un impacto negativo la reforma fiscal con una pérdida recaudatoria estimada en 6.900 millones durante 2015 y 2016. "A pesar del impacto de la reducción de impuestos directos que implica la reforma fiscal en 2015-2016 esencialmente (IRPF e IS), se logra mantener el peso de ingresos en el PIB, gracias al crecimiento de las bases por encima del crecimiento de la demanda nacional", explica el documento.

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