Luis de Guindos dio que pensar hace unos días que algo se estaba agitando en la banca española. El vicepresidente del Banco Central Europeo enfrentó hermético las insistentes preguntas de los periodistas acerca de las posibles fusiones en el mercado financiero, pero dejó un resquicio sin cerrar. “Deberían preguntárselo al gobernador del Banco de España”, […]
BancaDirigentes Digital
| 04 sep 2020
Luis de Guindos dio que pensar hace unos días que algo se estaba agitando en la banca española. El vicepresidente del Banco Central Europeo enfrentó hermético las insistentes preguntas de los periodistas acerca de las posibles fusiones en el mercado financiero, pero dejó un resquicio sin cerrar. “Deberían preguntárselo al gobernador del Banco de España”, dijo de Guindos, aludiendo a Pablo Hernández de Cos, que participaba en el mismo foro unas horas después.
Con esa respuesta, el exministro de Economía dejó entrever que algo se podía estar fraguando. El propio Banco de España dice que “conoce la intención” de analizar la fusión por parte de las dos entidades. Según fuentes del organismo supervisor, “si las negociaciones fructifican, el Banco de España analizará la operación en el marco de los equipos de supervisión conjunta del Mecanismo Único de Supervision”.
CaixaBank y Bankia lo confirmaron con nocturnidad este jueves al remitir a la CNMV sendos comunicados de que estaban analizando la posibilidad de una fusión, “sin que por el momento se haya alcanzado ningún acuerdo”. Hasta ahora, no hay más que un intercambio de información para valorar lo idónea que puede llegar a ser, si bien tanto CaixaBank como Bankia, contactados por este medio, han declinado hacer más comentarios, tras suscribir un acuerdo de confidencialidad.
Con esta unión, ambos bancos pueden “intentar hacer frente al drama”, comenta el experto en el sector financiero, Antoni Garrido. En los últimos tiempos, CaixaBank y Bankia han sufrido la crisis en su rentabilidad, al igual que el resto del sector. Tanto la competencia creciente como la propia crisis pone en jaque su modelo de negocio. No obstante, con la fusión pueden “plantearse acceder a nuevos mercados y llevar a cabo las inversiones en tecnología necesarias para hacer frente al nuevo escenario”, recuerda el experto.
Si se concreta la operación, daría lugar al primer banco en activos en el mercado español, con más de 660.000 millones de euros, sumando los 445.000 de CaixaBank y los 215.000 de Bankia. Asimismo, la suma de sus sucursales y empleados alcanzaría las 6.600 y 51.000, respectivamente. Como explica Garrido, las sinergias de los dos bancos facilitarían reducir “todo lo que se pueda los gastos operativos”.
Según han informado varios medios, la cúpula del banco quedaría compuesta por Ignacio Goirigolzarri como presidente y Gonzalo Gortázar como consejero delegado. Sin embargo, esa configuración de la cúpula no se corresponde con su capital.
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En este momento, CaixaBank está valorado en más de 12.100 millones de euros por los inversores, mientras que Bankia asciende a 3.990 millones de euros. En el caso de CaixaBank, el mayor accionista es la Fundación Bancaria “la Caixa”, que posee el 40% del capital a través de Criteria Caixa. El resultado de una fusión dejaría a la Fundación que preside Isidro Fainé con el 30% de la propiedad del banco.
En cuanto a Bankia, el Estado acumula el 61,8% del capital, que en el caso de que la fusión reciba luz verde, se diluiría hasta el 15%. Desde la vicepresidencia económica se apunta que cualquier operación de Bankia buscará “generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas”.
El momento para llevar a cabo la fusión es propicio, en medio de una valoración bursátil paupérrima. Dicha valoración ha obligado al Estado, principal accionista de Bankia con el 61,8% del capital, a retrasar hasta 2021 la privatización de Bankia, prevista inicialmente para 2019.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos explican tras este anuncio que verían con buenos ojos la operación, ya que permitiría “maximizar el valor de la participación pública”. Hay que recordar que se prestaron 22.424 millones de euros a Bankia para su rescate, de los que el Estado ha recuperado 3.303 millones de euros. En lo que respecta al valor de la participación del Estado en Bankia, alcanza los 2.400 millones de euros, menos de lo que ha recuperado hasta el momento.
De ese modo, la recuperación de las ayudas pasaría por el aumento de la valoración del banco una vez se produzca la unión. La última vez que se produjo una colocación de capital público, en diciembre de 2017, el precio de las acciones de Bankia era de 4,06 euros (se colocó un 7% por 818 millones de euros) mientras que el actual ronda los 1,15 euros, si bien la noticia de la fusión ha impulsado un 30% el precio de las acciones de Bankia, hasta los 1,34 euros.