Diez años después de que la crisis financiera se llevara por delante las cajas de ahorros, Bankia, que nació de la suma de hasta siete de estas entidades, desaparecerá del panorama bancario para integrarse en CaixaBank. La década que este banco ha permanecido en funcionamiento ha estado llena de polémica, tanto por su salida a […]
BancaDirigentes Digital
| 03 dic 2020
Diez años después de que la crisis financiera se llevara por delante las cajas de ahorros, Bankia, que nació de la suma de hasta siete de estas entidades, desaparecerá del panorama bancario para integrarse en CaixaBank. La década que este banco ha permanecido en funcionamiento ha estado llena de polémica, tanto por su salida a bolsa como por el posterior rescate que evitó su caída.
Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja se unieron en una sola entidad, a la que después se unió BMN, que aglutinaba Caja Murcia, Caixa Penedès, Caja Granada y Sa Nostra. Los accionistas de CaixaBank aprobaron este jueves que lo que antes eran todas esas entidades, pasen a integrar el que será el banco por activos más grande de España.
A su vez, CaixaBank integró en su historia reciente a Banca Cívica, de la que formaban parte Caixa Girona, Cajasol, Caja de Guadalajara, Caja de Navarra, Caja de Burgos y Caja Canarias. El resultado es un banco que alcanzará unas cuotas de crédito y depósitos cercanas al 25%, según expuso Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante la Junta Extraordinaria de Accionistas.
En total, el nuevo banco contará con una base de clientes de hasta 20 millones de personas, una vez se materialice la fusión en el primer trimestre del año que viene, si bien la integración operativa finalizará en los últimos meses de 2021. Las promesas para los accionistas son tentadoras: José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia y futuro presidente de CaixaBank, calcula que el beneficio por acción de Bankia para sus accionistas se incrementará un 69% hacia finales de 2022; Gortázar, por su parte, cree que para los accionistas de CaixaBank, ese aumento alcanzará el 28%.
Por otro lado, la absorción de Bankia por parte de la entidad catalana repercutirá en un “reparto territorial equilibrado” y ampliará su liderazgo en ciertos segmentos con una “gran capilaridad física y elevadas capacidades digitales”. No obstante, las razones tienen mucho más que ver con el dinero. Gortázar anticipa sinergias superiores a los 1.000 millones de euros anuales, divididas entre un aumento de ingresos de 290 millones y unos ahorros de costes de 770 millones.
“Por eso nos hemos embarcado en este proyecto”, defendió Gortázar. Desde su punto de vista, estas cifras son “alcanzables y razonables”, si bien el aumento de los ingresos tendrá que ver con la venta de productos relacionados con el negocio asegurador así como ahorro a largo plazo: planes de pensiones, fondos de inversión, etc.
Por otro lado, no está claro aún cuántos empleados tendrán que salir de la entidad para que se consolide el ahorro de costes que espera Gortázar. No obstante, no niega que la estructura tendrá que ser “menor a la suma de las dos entidades”, que en este momento supera los 51.000.
Además, justificó la operación por la incertidumbre que rodea el negocio bancario. En primer lugar, espera que los tipos de interés sigan en negativo “hasta el final de la década”. Asimismo, añade a la ecuación la digitalización, la entrada de nuevos competidores al mercado, así como las desconocidas consecuencias que puede tener la pandemia. Por ello, cree que tiene sentido la fusión, para afrontar un escenario incierto con “estructuras de costes más eficientes”.
En cuanto se hizo público que las conversaciones estaban avanzando, el Ministerio de Economía, que tiene una participación del 60% en Bankia, se apresuró a explicar que el motivo fundamental que hace que el Estado esté en el capital del banco es recuperar los 22.424 millones que recibió en 2012. Por tanto, el FROB, que es el organismo que posee las acciones públicas, ha dado luz verde a que la operación continúe adelante con la creencia de que la suma con CaixaBank conseguirá aumentar la rentabilidad.
No obstante, hay que señalar que la participación pública se diluirá al formar parte de CaixaBank, hasta un porcentaje cercano al 16%.