En las últimas semanas, el Banco de España ha publicado diversos análisis sobre economía internacional. Su objetivo hasta ahora han sido América Latina, Estados Unidos y la Unión Europea, grandes regiones a través de estudios generales. Ninguno de un país concreto como el que publicó este lunes acerca de Turquía donde, precisamente, el BBVA está […]
BancaDirigentes Digital
| 08 mar 2021
En las últimas semanas, el Banco de España ha publicado diversos análisis sobre economía internacional. Su objetivo hasta ahora han sido América Latina, Estados Unidos y la Unión Europea, grandes regiones a través de estudios generales. Ninguno de un país concreto como el que publicó este lunes acerca de Turquía donde, precisamente, el BBVA está más expuesto.
El motivo para hacer un análisis tan concreto es que resulta relevante para el sistema bancario español. No se trata de elegir un país al azar para estudiarlo. “El Banco de España identifica cada año los países más significativos desde el punto de vista de la estabilidad financiera, de acuerdo con la proporción en la exposición internacional del sistema bancario español”, justifican desde el supervisor.
En el caso de BBVA, las cifras son las siguientes: participa en un 49,85% del capital de Garanti, el segundo mayor banco privado turco y el quinto del país si se cuentan también los públicos. En 2020, esta participación representaba el 8,1% de los activos de BBVA y reportaba el 14,3% del beneficio del banco de origen español.
El comienzo del análisis del organismo supervisor reconoce que Turquía “fue una de las escasas economías de tamaño relevante en registrar un crecimiento del PIB positivo en el conjunto de 2020”. De hecho, el incremento del PIB alcanzó el 1,8% y, en 2021, la previsión es que crezca un 6%, según el FMI. Su situación económica ha estado marcada por el apoyo fiscal, financiero y monetario, que hasta ahora han sostenido su crecimiento, si bien “también exacerbó los desequilibrios”.
Por un lado, el aumento de crédito ha favorecido ese mantenimiento de la demanda interna del país. Sin embargo, hay factores que han llevado al deterioro de la calidad global de los activos, entre ellos la desconfianza hacia las instituciones y a las medidas adoptadas, tal y como reflejan las fluctuaciones de la inflación y los vaivenes de la lira turca.
En lo que atañe al sector bancario, el Banco de España incide en que se encuentra saneado, lo que ha permitido que el crédito fluya hacia empresas y hogares que, han aumentado su nivel de deuda. “El crédito a hogares y a empresas no financieras se aceleró notablemente en 2020, apoyado tanto en el fuerte recorte de tipos de interés como en medidas y regulaciones temporales”, afirma.
Hasta ahora, los bancos han afrontado este aumento de la deuda y el consiguiente deterioro de sus condiciones con medidas que también se usan en otros países. Por un lado, se han reestructurado préstamos y se han aplazado los plazos de pago, de manera que los préstamos de dudoso cobro apenas han aumentado. “No obstante, la calidad global de los activos se ha deteriorado, al haberse incrementado su riesgo”, advierten los autores del análisis.
En otras palabras, el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos le dice a BBVA que tenga cuidado con el aumento de la morosidad. De hecho, el endurecimiento de las condiciones ya ha hecho su efecto sobre el crecimiento de los créditos. Y, por otro lado, las medidas temporales que se han introducido no podrán mantenerse por siempre, lo que lleva al organismo español a avisar de “un cierto repunte” en los préstamos dudosos.