Son tres los factores que provocan que esta crisis sea la más grave en tiempos de paz. Sectores económicos enteros se han visto obligados a hibernar debido al impacto sanitario de la COVID-19. Las medidas que han adoptado los distintos países han paralizado la actividad y ello ha influido con “severidad” en la economía, según […]
BancaDirigentes Digital
| 18 may 2020
Son tres los factores que provocan que esta crisis sea la más grave en tiempos de paz. Sectores económicos enteros se han visto obligados a hibernar debido al impacto sanitario de la COVID-19. Las medidas que han adoptado los distintos países han paralizado la actividad y ello ha influido con “severidad” en la economía, según ha explicado Pablo Hernández de Cos, durante su intervención en la comisión de Economía en el Congreso de los Diputados.
El gobernador del Banco de España aclara que la segunda cuestión que hay que observar en esta crisis es la temporalidad. Si bien en un primer momento se advertía de que sería una crisis temporal, reconoce que la duración de esta perturbación puede ser “superior a la anticipada”. Asimismo, liga el impacto de la crisis al tiempo que tengan que mantenerse las medidas restrictivas de la movilidad: “Cuanto más duradera sea, puede provocar daños más persistentes”.
Por último, de Cos alude a la extensión global de la pandemia. Por ello, en la mayoría de los casos la profundidad de la recesión dependerá del resto de países. En el caso europeo, aunque el impacto haya sido heterogéneo, la debilidad de ciertos países puede tener consecuencias en el resto. “La acción conjunta es la vía más eficaz para evitar el impacto para cada uno de sus miembros”, ha reflexionado el gobernador.
Con respecto a este último aspecto, cree que “la respuesta a nivel europeo ha sido insuficiente”. De ese modo, considera que una respuesta contundente en el continente “no es una opción sino una necesidad”. Por estos motivos, de Cos afirma que se necesitan medidas contundentes, acotadas en el tiempo y coordinadas a nivel internacional, ya que “nada sería peor que el recurso a políticas proteccionistas”.
De Cos ha explicado a los parlamentarios que la primera línea de defensa ante la crisis es la política fiscal, tanto las que se dirigen a empresas como las que están destinadas a los ciudadanos. El gobernador del Banco de España cree que “parece razonable repartir entre el conjunto de la sociedad los costes que una parte de la ciudadanía ya está soportando de una forma muy directa”.
Otra de las cuestiones que ha abordado es la especial incidencia de la crisis en la economía española. Para de Cos, el tejido productivo español sufre una mayor vulnerabilidad por su especialización sectorial, por el tamaño de las empresas y por la temporalidad del empleo. Durante su intervención, ha clarificado que el sector turístico, con un elevado peso en empleo y aportación a la economía española, ha sufrido un impacto de “especial intensidad”.
Asimismo, la hostelería, la restauración, el ocio, el transporte, el comercio minorista, junto a la industria automovilística representan un 25% del PIB de España y son, precisamente, “las ramas de actividad más afectadas por la pandemia”, según de Cos.
En cuanto al tamaño de las compañías, desde el Banco de España se afirma que el hecho de que nueve de cada diez (90%) empresas tengan menos de diez trabajadores incide en la capacidad financiera para afrontar la crisis. La pérdida de ingresos se suma a unos costes fijos más elevados con respecto a la facturación. En comparación con la proporción de las empresas españolas, en Alemania las compañías con menos de diez trabajadores representan un 75% del total.
Por último, España continúa arrastrando el problema de la temporalidad. “Cuando sobreviene una perturbación adversa, la destrucción de puestos de trabajo recae desproporcionadamente sobre los asalariados temporales”, ha dicho de Cos, quien añade que este modelo “tiende a exacerbar la profundidad de las recesiones”.