El último informe del Banco de España sobre sus proyecciones actualizadas de la economía española que han podido ya leer en Dirigentes, contiene la palabra inflación en 28 ocasiones, frente a las 29 en las que se refiere al PIB, en 3 habla de desaceleración y no nombra en ninguna la palabra recesión. Pero que, […]
BancaDirigentes Digital
| 14 oct 2022
El último informe del Banco de España sobre sus proyecciones actualizadas de la economía española que han podido ya leer en Dirigentes, contiene la palabra inflación en 28 ocasiones, frente a las 29 en las que se refiere al PIB, en 3 habla de desaceleración y no nombra en ninguna la palabra recesión.
Pero que, en un informe de tal calibre, las referencias al crecimiento sean casi iguales a las de la inflación, nos da mucho en qué pensar del momento subida de precios que estamos viviendo y, sobre todo, que es de lo que ahora nos ocupamos, de lo que nos vendrá en 2023.
Y más si miramos también al informe Situación de España que acaba de publicar BBVA con la actualización de las previsiones macroeconómicas para nuestro país. Aquí ya se igualan: 15 referencias al PIB y 15 para la inflación en todo el documento.
Una importancia que no nos abandonará en 2023. Porque, aunque dejemos atrás el crecimiento a doble dígito de los precios de consumo, el efecto pernicioso llegará de la mano de una combinación de factores, de esos vientos de cara con los que se encontrarán los precios.
Aunque la inflación se espera que baje sensiblemente frente a este año, contará con hándicaps como el crecimiento mucho menor y los tipos de interés en cotas elevadas, frente a los negativos y bajos niveles de buena parte de este año y el esperado aumento de la economía, en 2022, por encima claramente como todos esperan, del 4%.
Los peores augurios, de las últimas actualizaciones de las estimaciones para 2023, las aporta el Banco de España. Hablamos de una corrección progresiva desde los niveles actuales del 9% para los precios, pero que no tomará cuerpo hasta bien entrado 2024. Así, estima que los precios de consumo crecerán hasta el 5,6% al año que viene hasta corregirse al 1,9% a dos años vista.
Pero lo peor es el incremento que se ha producido desde las previsiones de junio. Es, sin duda, la mayor corrección de todos los indicadores: ha crecido la expectativa de subida del IPC en 2023 en 3 puntos porcentuales, desde el 2,6% anterior.
En el caso de BBVA Research, el Servicio de Estudios de BBVA, la perspectiva de crecimiento de las presiones inflacionistas es algo menor. Y aunque la corrección, por efecto de la subida de tipos, será vigorosa con respecto a los precios de ahora mismo, lo cierto es que estiman que alcance un nivel del 4,9% en el IPC del año que viene. Pero con un crecimiento de apenas el 1% y la sombra alargada de la recesión.
De hecho, señalan que, a pesar de que los precios se acercan a su punto de inflexión, se mantendrán elevados, lo que los ha llevado, ante las sorpresivas alzas en el precio de la energía y su reflejo en la cesta de la compra, a subir las expectativas desde el 3,2 al 4,9 actual para 2023 en la inflación.
La referencia de la inflación menos elevada viene de la mano de Funcas, el Servicio de Estudios de las Cajas de Ahorro, que, en su completo panel de expertos, en el que recogen las previsiones de todas las organizaciones más significativas, marcan una media de 3,8% para los precios de consumo en España en 2023, aunque desde el Servicio de Estudios del Santander estiman un 5% para la inflación o la misma Funcas, un 4,8%.
Ya en el caso del FMI, las previsiones del Fondo Monetario Internacional que hemos conocido esta semana, establecen que, nuestra inflación media para 2023 llegará hasta el 4,9%.