El descenso de los beneficios de Bankia ha avivado el interés por la posibilidad de que la entidad pueda fusionarse con alguna otra en un entorno en el que la rentabilidad sufre. A pesar de que se trata de una situación inusual en el panorama económico, el consejero delegado del banco, José Sevilla, cree que […]
BancaDirigentes Digital
| 28 jul 2020
El descenso de los beneficios de Bankia ha avivado el interés por la posibilidad de que la entidad pueda fusionarse con alguna otra en un entorno en el que la rentabilidad sufre. A pesar de que se trata de una situación inusual en el panorama económico, el consejero delegado del banco, José Sevilla, cree que puede tener consecuencias en la configuración del tejido de su sector.
Así, Sevilla ha firmado durante la presentación de los resultados del primer semestre que estas circunstancias son un “caldo de cultivo favorable para ver un proceso de fusión adicional“. El dirigente ha alabado que las fusiones, “bien realizadas, aportan valor”, como sucedió en el caso de Bankia al integrar BMN. Asimismo, cree que “en un entorno donde la rentabilidad se ve afectada tiene sentido”.
Sin embargo, en alusión a los rumores que el año pasado sugerían una fusión entre Bankia y Banco Sabadell, Sevilla ha negado que exista “nada encima de la mesa, ni debajo”. En todo caso, recuerda que este planteamiento se mantiene hasta la finalización del Plan Estratégico, es decir, hasta 2021, cuando Bankia podría considerar una fusión que tenga sentido industrial: “Somos favorables a las fusiones”.
Lo que también ha aclarado Sevilla es que dicho Plan ha sufrido variaciones, por cuanto preveía repartir 2.500 millones de euros en dividendos. La situación ha cambiado porque ese desembolso suponía un payout de alrededor del 40% del beneficio neto, estimado en 1.300 millones de euros el último año del plan, en 2020. Sin embargo, el responsable del banco no se ha atrevido a negar que vaya a cancelarse ese dividendo, sino que se posterga la decisión hasta final de año, una vez las cuentas estén consolidadas. Lo que sí se descarta es que la entidad pueda caer en pérdidas.
En cuanto al entorno general y a su influencia sobre el negocio bancario, el consejero delegado ha mostrado su preocupación. Sevilla prevé que la morosidad puede elevarse el año que viene, una vez que finalicen las distintas moratorias, en concreto en el segundo trimestre.
El dirigente ha sido explícito en esta cuestión, aunque cree que a partir de julio y agosto del año que viene pueden recuperarse los niveles de empleo. En todo caso, valora que las moratorias hayan servido para “paliar los efectos en la morosidad de estas circunstancias”. Así, para Sevilla tendrá mucha importancia que se encuentre una vacuna eficaz.
En alusión a los fondos que obtendrá España de la Unión Europea, Sevilla apuesta por “pensar y trabajar en la recapitalización de las compañías viables”. Cree que la estructura de capital se va a ver dañada por esta crisis y que sería positivo fortalecer la solvencia, no solo de las grandes compañías como ya ha hecho el Gobierno, sino en las pymes.