Las medidas que el Gobierno tomó esta semana aportaron cierto alivio a las empresas y a los consumidores. La pega es que en la más llamativa, la famosa bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, carece de la claridad necesaria para llevarse a cabo. Las gasolineras tienen que solicitar la bonificación del precio de […]
EnergíaDirigentes Digital
| 01 abr 2022
Las medidas que el Gobierno tomó esta semana aportaron cierto alivio a las empresas y a los consumidores. La pega es que en la más llamativa, la famosa bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, carece de la claridad necesaria para llevarse a cabo.
Las gasolineras tienen que solicitar la bonificación del precio de los carburantes para sus clientes. Sin embargo, ante la premura de la puesta en vigor de esta medida, el Gobierno pretende que sea en los propios surtidores donde se efectúen los descuentos.
En otras palabras, que cada gasolinera adelante el descuento y que después le sea abonado por el Estado. El resultado es que las grandes compañías del sector puede afrontar ese impacto en su capital corriente, algo que las pequeñas y medianas empresas no pueden afrontar.
Esa es la principal queja que ha elevado la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicios. También la CEOE se suma a esa reivindicación, y añade que esta forma de proporcionar la bonificación puede provocar una situación “dramática” para miles de empresas.
En ese sentido, la patronal lamenta que no se haya anticipado previamente el descuento, sino que el anticipo lo tienen que hacer las gasolineras asumiendo el coste. Además, tampoco se les ha comunicado cómo les va a compensar la Agencia Tributaria este gasto extra.
Lo único que se sabe, según difundió el Ministerio de Hacienda este jueves, es que las estaciones de servicio tendrán a su disposición un formulario online para solicitar un anticipo del descuento. Asimismo, los abonos se iniciarán los abonos, sin concretar si puede ser el lunes o el viernes. De tal manera, se han observado aglomeraciones en las estaciones en busca de la bonificación, lo que hará que las gasolineras se enfrenten a una demanda superior a la habitual, con el coste que ello conlleva.
En condiciones normales, dicho coste se estimaría en 1.000 euros diarios, pero puede verse incrementado dado el incremento de la demanda.
El sector ha advertido de la “asfixia financiera” que supone esta política. Los empresarios al Gobierno de que esta acción representa un ejemplo más de cómo “la inseguridad jurídica es el peor enemigo de la actividad económica en tiempos de crisis”.
De hecho, el desconocimiento de cómo llevar a cabo esta medida puede provocar cierres temporales de surtidores, además de quiebras en última instancia, dice la organización que preside Antonio Garamendi. La asociación de estaciones de servicio va a más y reprocha la “indiferencia e inoperancia” de la Administración, con la que está condenando a la quiebra a “miles de estaciones de servicio”.
A las empresas españolas les parece “necesaria” la adopción de medidas urgentes, si bien ahondan en la necesidad de que su aplicación se haga bajo un marco “rápido, claro y predecible”. La patronal aprovecha para recordar que los posibles problemas que pueda provocar este plan puede acabar repercutiendo en los ciudadanos y en las empresas a las que, paradójicamente, “se pretende favorecer con el descuento en el gasóleo”.
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