Desde que ambos mandatarios dieran una rueda de prensa a la misma hora, pero por separado, el día 17 de diciembre, muchos han sido los avances que han tenido lugar en las relaciones entre ambos países. Ya en diciembre entraron en vigor las medidas aplicadas por los Departamentos de Comercio y del Tesoro de Estados Unidos orientadas a aliviar las históricas limitaciones a los viajes, el comercio y las actividades financieras.

Este paquete de regulaciones permite al país exportar material vinculado a los sectores de telecomunicaciones, agrícola y construcción. Las empresas americanas podrán exportar dispositivos móviles y software, así como proporcionar servicios de Internet en la isla. Aunque las compañías tendrán que seguir negociando con el gobierno cubano, quien controla todas las importaciones y mantiene un estricto control en el acceso a Internet.

Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos también levantó buena parte de las restricciones que pesaban sobre la importación de bienes y servicios desde Cuba. Es decir, que Estados Unidos permite la importación de algunos productos fabricados por "empresarios independientes". Obama ha excluido algunos bienes de esta libre importación: productos animales, productos agrícolas, minerales, armas, productos electrónicos, componentes de vehículos, alcohol y tabaco. Estos últimos, dos de los bienes reclamos más importantes de la isla gracias a la fama mundial de los puros 'habanos' y el ron cubano.

En lo que respecta a las remesas de dinero, que son la segunda fuente de divisas de la isla por delante de la venta de servicios médicos, las nuevas medidas permiten subir el límite de estos envíos de 500 a 2.000 dólares por trimestre. Asimismo, los viajeros autorizados podrán llevar hasta 10.000 dólares en remesas familiares, destinadas a organizaciones religiosas o con el objetivo de ayudar a estudiantes que quieran conseguir un título.

Los sectores más beneficiados

Tecnología: Obama tiene como principal propósito dentro de su nueva política hacia la isla, conectar al pueblo cubano con el resto del mundo. ¿Y esto como se hace? Mediante la conexión a Internet. Washington pretende eliminar varias regulaciones que impedían a las empresas estadounidenses exportar teléfonos de última generación, software de Internet, y otros equipos similares. Es mundialmente conocida la fama de las compañías tecnológicas estadounidenses. La llegada de estas a Cuba podría suponer también una nueva era del acceso a Internet en la Isla. La empresa que ha tomado la iniciativa en este mercado es Netflix. El servicio de películas y series en streaming ha anunciado que ya está disponible en el país latinoamericano, una noticia desconcertante teniendo en cuenta que Cuba tiene una de las menores tasas de penetración de Internet del mundo. ¿Si la gente no puede conectarse a Internet, cómo podrá usar Netflix?

Sector financiero: El comercio también se verá favorecido al permitir a los bancos estadounidenses abrir cuentas en la banca pública cubana. Así como el uso de tarjetas de crédito y débito de Estados Unidos, con lo que en la práctica se levanta la limitación de dinero en metálico para ciudadanos americanos al entrar en la isla. Podrán sacar en efectivo desde cajero y pagar con tarjeta. La banca española podría ver ampliada su red de operaciones en Latinoamérica con el fin del bloqueo. Entidades como BBVA y Santander, que ya tienen una amplia red en otros países de la región cuentan con una gran experiencia y conocimiento del sector.

Turismo: El principal sector que recibirá impulso en Cuba será el turismo. A los viajeros podrán sacar de la isla hasta 400 dólares en bienes, pero limitado a 100 dólares en tabaco y alcohol. Según el Banco Mundial, el 70% del PIB cubano corresponde al turismo, con lo que la mejora de expectativas tras el acuerdo se puede trasladar al resto de la economía. En concreto, la mayor permisibilidad en el turismo también ayudará a empresas hoteleras de nuestro país como Meliá. Fue la pionera ya que lleva allí 25 años por lo que ya gestiona 27 hoteles y 13.000 habitaciones. Tras Meliá, Iberostar y Globalia (a través de su marca BeLive tiene dos hoteles allí) también tienen una fuerte presencia en la isla.