Europa ha comenzado ya a controlar redes sociales y grandes plataformas a través de la Ley de Servicios Digitales (DSA por sus siglas en inglés). Desde el pasado viernes, esta nueva regulación marca un antes y un después para las grandes tecnológicas que tendrán que adaptar algunas de sus directrices para cumplir la ley. El […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2023
Europa ha comenzado ya a controlar redes sociales y grandes plataformas a través de la Ley de Servicios Digitales (DSA por sus siglas en inglés). Desde el pasado viernes, esta nueva regulación marca un antes y un después para las grandes tecnológicas que tendrán que adaptar algunas de sus directrices para cumplir la ley. El objetivo de la DSA es crear un "espacio seguro" que pueda velar por los derechos de los usuarios digitales y por otro lado implantar normas para que la competencia sea más equitativas.
Las obligaciones de los distintos agentes dependen de aspectos como el papel que juegan en el entorno digital, el tamaño o el impacto que generan. Así, el funcionamiento de los servicios de intermediación que ofrecen infraestructuras de red, los servicios de alojamientos de datos, las plataformas de compra-venta online y las plataformas en línea de gran tamaño, se verán afectados.
Por un lado, la Ley de Servicios digitales incluye medidas para luchar “contra los bienes, servicios, o contenidos ilícitos en línea”. Se trata de un instrumento para que los usuarios de las plataformas tengan la oportunidad de señalar y matizar los contenidos. También recoge obligaciones sobre trazabilidad para localizar a los vendedores de bienes o servicios ilícitos además de medidas de transparencia respecto a los algoritmos que utilizan las plataformas en línea.
Por otro lado, las plataformas de “muy gran tamaño”, que llegan a más del 10% de la población de la UE, tendrán la obligación de evitar abusos adoptando las medidas necesarias. Además, los investigadores podrán acceder a los datos de estos sitios web si necesitan examinar su funcionamiento.
Por último, la Ley contempla códigos de conducta y normas técnicas y estructuras de supervisión adaptadas a la complejidad de internet.
La red social ‘X’, cómo ha sido renombrado Twitter, Facebook o Tik Tok, ya comienzan a introducir cambios para adaptarse a la regulación. También las grandes plataformas como por ejemplo Amazon empezarán a presentar cambios. Para comenzar, en Instagram o Facebook los usuarios podrán desactivar los algoritmos para que los contenidos que les aparezcan en sus cuentas estén basados en la localización y no en los datos que hayan cedido previamente. En este contexto, en Facebook los internautas también podrán apostar por un feed cronólogico o establecido mediante palabras claves que deje al margen contenidos personalizados.
Por otro lado, Google, que se adelantó a la regulación, ya tiene en marcha acciones para mejorar la seguridad y la experiencia de sus usuarios. Así, los creadores de Youtube pueden apelar las eliminaciones o restricciones de vídeos cuando consideren que se ha cometido un error. De esta forma se cumple el punto de la DSA que establece medidas como sistemas de gestión de quejas. Además, el gigante estadounidense bloquea desde 2021 el contenido publicitario personalizado para menores de edad y publica su “tasa de visualización infractora” que presenta el trabajo que realizan para proteger a sus usuarios de contenido nocivo.