¿Cómo mejorar la seguridad de tu teléfono móvil?

Las mejoras tecnológicas que han sufrido los teléfonos móviles en la última década han tenido un impacto espectacular en la sociedad. Hoy en día, los ‘smartphones’ son pequeños ordenadores desde los que podemos manejar numerosos aspectos de nuestras vidas. Unos avances para los que ha sido necesario que estos dispositivos almacenen, cada vez más, información personal de sus dueños. Lo que ha convertido a los móviles en objetivo de muchos hackers.

Por ello, desde Certideal, plataforma dedicada a la venta de teléfonos reacondicionados y de segunda mano, advierten de que “nunca está de más que los usuarios conozcan y empiecen a poner en práctica algunas medidas de seguridad con respecto a sus dispositivos para evitar que la información personal que guardan en ellos pueda ser accesible para terceras personas poniendo en riesgo sus datos”.

Así, la compañía ha recogido 5 consejos con los que podemos mejorar la seguridad de nuestros teléfonos inteligentes:

Utiliza un código complejo para desbloquear tu terminal. Uno de los desbloqueos más utilizados hoy en día es el patrón. Sin embargo, un estudio de 2017 realizado por investigadores de Reino Unido y China demostró cómo podían desbloquearlo con un algoritmo que analizaba los movimientos del brazo y de la mano. Además, otro estudio descubrió que se puede descifrar este patrón a través del sonido con una técnica llamada SonarSnoop que accede al altavoz de nuestro teléfono y utiliza las ondas de sonido para rastrear la posición del dedo en la pantalla. El código PIN de cuatro cifras tampoco es muy seguro ya que se ha demostrado que utilizamos contraseñas como ‘1234’. Por ello, desde Certideal, recomiendan utilizar códigos PIN de seis cifras que permiten aumentar la seguridad.

No uses redes wifi abiertas ni públicas. A pesar de que para muchos es una ventaja utilizar estas redes, sobre todo para aquellos que son freelance y desean trabajar un rato fuera de casa, utilizar estas redes es peligroso ya que se puede acceder a ellas con aplicaciones que pueden descargarse fácilmente. El problema de estas redes es que cualquiera puede entrar en ellas pues no tienen clave o, en caso de tenerla, son visibles y públicas. De esta manera, un hacker podría acceder a la red y, por ejemplo, interceptar nuestra señal, colocándose como intermediario entre nuestro dispositivo y la red pública para tener acceso a los teléfonos y los datos que hay en él.

Permite la localización remota de tu teléfono. Esta opción es muy útil en caso de que te roben el teléfono, pues te permite no sólo conocer su ubicación exacta sino, también, bloquearlo y borrarlo desde otro dispositivo. No obstante, el acceso a nuestra ‘localización’ que, habitualmente, solemos aceptar en las condiciones de muchas aplicaciones también da la posibilidad a éstas de que conozcan información relativa a nuestros movimientos por lo que es recomendable limitar su uso ya que estos datos pueden caer en manos de terceros.

No guardes tus contraseñas en el navegador. Aunque guardar las contraseñas es lo más fácil, no es lo más seguro pues en caso de hackeo podrán acceder a nuestros datos e información personal de una manera sencilla. Desde Certideal, recomiendan que las rellenemos cada vez que accedamos al servicio que necesitemos o queramos consultar. Realmente, solo tardamos unos segundos más en entrar de esta manera a páginas como Facebook o Amazon y, sin embargo, se reduce bastante el peligro de que alguien pueda utilizar nuestra información.

Estate atento a las señales de un posible espionaje. Hay tres elementos que pueden alertarnos de que nuestro Smartphone ha sido hackeado. El primero es que el teléfono consume más batería de lo habitual; el segundo, es que notemos el terminal más caliente y, el tercero, es que nuestro sistema va más lento de lo normal. Si vemos que el teléfono sufre alguno de estos síntomas, es probable que sea porque alguien haya entrado en él, por lo que nuestros datos están en peligro. En estos casos, lo mejor es resetear el dispositivo por completo y restaurar los valores de fábrica.