La viralidad de los vídeos tóxicos, perturbadores o directamente falsos es uno de los grandes problemas para los grandes agregadores de contenidos. Empleados de Youtube han acusado a sus varios ejecutivos de ignorar sus recomendaciones para impedir que estos se distribuyeran de forma masiva. Un informe que ha sacado Bloomberg a la luz con mútiples […]
Dirigentes Digital
| 03 abr 2019
La viralidad de los vídeos tóxicos, perturbadores o directamente falsos es uno de los grandes problemas para los grandes agregadores de contenidos. Empleados de Youtube han acusado a sus varios ejecutivos de ignorar sus recomendaciones para impedir que estos se distribuyeran de forma masiva.
Un informe que ha sacado Bloomberg a la luz con mútiples entrevistas a trabajadores de la compañía deja en entredicho las buenas palabras con las que la filial de Google habla siempre sobre sus esfuerzos para la difusión de estos vídeos considerados perniciosos socialmente.
Al parecer, incluso la CEO de la compañía, Susan Wojciki, sabía que esto ocurría y no hizo nada por impedirlo. Su objetivo, según relatan los empleados, era siempre aumentar las visitas y los tiempos de visualización de los vídeos.
La masificación del alcance de los vídeos más controvertidos era algo de los trabajadores de Youtube eran plenamente conscientes y así se lo trasladaron a sus respectivos jefes. Estos decidieron ignorar las recomendaciones porque, supuestamente, supondrían una bajada en los ingresos totales de la empresa.
Esto llegó a un punto, según desvela el informe, en el que el equipo legal de Google habría llegado a solicitar a los ingenieros que no trabajaran directamente en este campo que no hicieran recomendaciones al respecto ya que esto, al quedar almacenado en los servidores de la compañía, rebajaba su nivel de protección legal.
Desde la compañía aseguran, por el contrario, que sí están luchando de forma activa contra propagación de este tipo de contenidos. Explican que solo para los problemas de contido cuentan con un equipo dedicado en exclusiva de más de 10.000 personas y, además, han invertido de forma sustancial en mejorar el algorirmo de aprendizaje para que detecte y elimine el contenido inapropiado de la forma más rápida posible.