Se estima que en España se necesitan 30.000 profesionales dedicados al hacking ético, según la multinacional japonesa especializada en software de seguridad Trend Micro. Una cifra que pone en evidencia la creciente preocupación de las empresas por hacer frente a la ciberdelincuencia cada vez más presente en el tejido empresarial, especialmente en aquellas con un […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2022
Se estima que en España se necesitan 30.000 profesionales dedicados al hacking ético, según la multinacional japonesa especializada en software de seguridad Trend Micro. Una cifra que pone en evidencia la creciente preocupación de las empresas por hacer frente a la ciberdelincuencia cada vez más presente en el tejido empresarial, especialmente en aquellas con un alto perfil de digitalización en su actividad.
Aún sin ser un nicho profesional demasiado promulgado, el auge de la también conocida como piratería ética está haciendo que esta nueva profesión se esté posicionando entre las más solicitadas por las empresas a la hora de buscar candidatos para proteger sus negocios. Expertos en ciberataques pero también en técnicas y tácticas para preservar la seguridad de la empresa, siendo grandes conocedores de la organización interna de la sociedad.
Son muchas las empresas que optan por un profesional interno como encargado de paliar estos ataques digitales, especialmente aquellas de menor tamaño por contar, por lo general, con menos recursos. Una opción que, aunque útil teniendo en cuenta los conocimientos de estos trabajadores al pertenecer al organigrama de la compañía, en otros casos puede conllevar descuidos demasiados caros si no se cuenta con la formación adecuada.
Contratar los servicios externos de consultorías especializadas en ciberseguridad es la preferencia de otras muchas organizaciones empresariales, incluidas las pymes. Recurrir a piratas informáticos expertos no pertenecientes a la empresa, supone una garantía extra para la protección del negocio. Estos profesionales están especializados en paliar ciberataques a través de malwares u otros softwares destinados a fines delictivos, cuidando aquellos departamentos más vulnerables dentro de la entidad.
Proteger a la empresa de la ciberdelincuencia se está convirtiendo en una necesidad y no en una elección. Contar con la protección de un profesional, por lo general expertos en seguridad informática, es algo por lo que cada vez más empresas apuestan. Sin embargo, el empresario debe tener plena confianza en esta figura puesto que accederá a datos e información privilegiada tanto de la compañía como de sus clientes para ser conocedor de todos los movimientos y paliar de este modo los ataques malintencionados de terceros.
Las empresas, grandes y pequeñas, se están convirtiendo en las víctimas predilectas de la ciberdelincuencia. Es por ello que, ante esta avalancha inseguridad digital, se debe hacer diferenciación entre los distintos tipos de ataques digitales que se producen y, por tanto, recurrir a diferentes hackers éticos según el problema al que se presente el negocio.
Los expertos tecnológicos de la escuela Ironhack identifican diferentes tipos de piratas informáticos dependiendo del fin de su hackeo, no solo en las entidades empresariales sino también a particulares.
– El hacker de sombrero negro es aquel delincuente digital en encontrar las debilidades de la empresa y así poder obtener información delicada de la empresa.
– Conocidos como los hackers grises, este grupo de piratas tecnológicos se dedican principalmente a boicotear temas más estrechamente relacionados con la moralidad o ideología.
– En extremo opuesto se encuentran los hackers de sombrero blanco, los conocidos como piratas o hackers éticos. Estos profesionales evitan los ataques y la sustracción de información en las empresas. Entre ellos se pueden diferenciar entre dos tipos de hackers: