La digitalización es una realidad y un proceso que se está llevando a cabo por parte de numerosas empresas. Va desde el registro de jornada digital hasta el lanzamiento de herramientas que mejoren la experiencia del usuario, por ejemplo, en el sector turístico.

Precisamente ese es uno de los segmentos en los que más se ha fijado la compañía de consultoría y servicios TIC, Grupo CMC. De hecho, durante 2018 efectuó la integración de Brújula, un proveedor de soluciones tecnológicas y servicios TIC para el sector turístico. La consecuencia es que tras el primer año de facturación el 17% de los ingresos llegaron de ese sector.

Hay que destacar que esta compañía alcanzó una facturación de 51,5 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 41% con respecto al año anterior. De esa cifra destaca que el 50% de la facturación de Grupo CMC procede de empresas del Ibex35 y el 33% de empresas multinacionales. En cuanto a los sectores de negocio, además del turismo, destaca la banca y seguros, que representa un tercio del total.

Para el año que viene, el presidente del grupo, Jaime Hortelano, ha explicado ante la prensa que espera que la facturación se eleve hasta los 60 millones de euros. En ese sentido, el crecimiento de la empresa ha hecho que supere los 1.000 empleados. Si la realidad confirma las previsiones, la empresa espera situarse entre las 15 mayores empresas del sector en 2022 ahondando en las tecnologías de Inteligencia Artificial (IA) e Internet de las Cosas (IoT), así como Industria 4.0, eficiencia energética y ciberseguridad.

Además del crecimiento orgánico e inorgánico, CMC ha previsto realizar “adquisiciones distintas”, según adelanta su presidente. “Estamos abiertos a participar en compañías con un alto componente de innovación”, explica. De ese modo, las adquisiciones serán de una parte de las compañías, no completas.

En línea con esa estrategia, Grupo CMC ha formalizado la adquisición del 20% del capital de la startup española Jogotech. Esta empresa se dedica al desarrollo de dispositivos inteligentes, incluyendo espejos, probadores o gavetas. La utilidad de estos mecanismos es combinarlos con tecnologías como IoT o analítica de datos, de modo que puedan usarse en sectores como turismo, salud o retail.