¿Qué posición ocupa el transporte eléctrico en el camino hacia la transición energética y la descarbonización de las ciudades y edificios? En Schneider Electric consideran que se trata de una pieza fundamental en la medida en que esta alternativa tiene la capacidad de reducir la dependencia de derivados del petróleo, con la correspondiente y drástica […]
Dirigentes Digital
| 16 nov 2022
¿Qué posición ocupa el transporte eléctrico en el camino hacia la transición energética y la descarbonización de las ciudades y edificios? En Schneider Electric consideran que se trata de una pieza fundamental en la medida en que esta alternativa tiene la capacidad de reducir la dependencia de derivados del petróleo, con la correspondiente y drástica disminución de gases CO2. Una realidad a valorar si se tienen en cuenta dos datos. Por una parte, el transporte por carretera supone hasta el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en España y, en segundo término, un estudio del MIT asegura que acelerar la movilidad eléctrica alimentada por energías renovables podría llegar a ahorrar hasta un 30% en las emisiones directas de CO2.
En este escenario, la venta de vehículos eléctricos se ha disparado en los últimos años. Sin embargo, desde la organización sostienen que la infraestructura que debe acompañarlos aún se encuentra poco desarrollada, por lo que proponen acelerar el despliegue de recarga mediante equipos inteligentes con el fin de conseguir una movilidad eléctrica eficiente, resistente y sostenible. La vicepresidenta de Home & Distribution en Schneider Electric Iberia, Patricia Pimenta, explica que es en este punto donde los edificios van a adquirir un rol “fundamental”.
Para entender esta afirmación, la portavoz declara que, una de las mayores dificultades que está encontrando el vehículo eléctrico para despegar en el mercado español es la escasa red de carga pública y se espera que, a medida que el transporte eléctrico se imponga en el mercado, los edificios irán asumiendo cada vez más carga. Es decir, “cuando los vehículos eléctricos se conviertan en el modo de transporte principal, la gente no se parará para cargar, sino que cargará donde pare su coche”, indica. Así, no solamente se realizará la carga en los domicilios, sino también en los lugares de destino como oficinas, tiendas, restaurantes, aparcamientos, escuelas, hospitales o cines.
No obstante, esta realidad, que no se encuentra muy lejos en el tiempo, supondrá un incremento de la demanda de electricidad en edificios que requerirá, por consiguiente, una mayor gestión de la energía. Tal y como señalan desde Schneider Electric, la movilidad eléctrica representará hasta el 40% del consumo eléctrico de los edificios, aunque como destaca Pimenta, “cargar un vehículo no es tan sencillo como cargar el móvil o un portátil”, sino que “se necesita una potencia suficiente para poder cargar los vehículos por varias horas”. Además, alerta de que si no se asegura una infraestructura que cumpla con las regulaciones de instalación, podría representar “graves problemas”, tales como un mal funcionamiento de los equipos, sobrepasar la energía contratada, ser sancionados e, incluso, poner en riesgo no solo el edificio sino la vida de los usuarios.
¿Y cuál es el panorama actual? Según un informe de Deloitte, en el año 2025 serán necesarios cerca de 90.000 puntos de recarga de acceso público, cuando en la actualidad existen únicamente 11.500, mientras que Bloomberg prevé que, en 2030, alrededor del 70% de la carga de este tipo de vehículos se producirá en edificios comerciales, industriales y multifamiliares.
Por todo ello, los propietarios y gerentes de edificios se enfrentan al reto actual de instalar un sistema inteligente que cumpla dos requisitos: ser capaces de gestionar las cargas eléctricas de sus instalaciones y acomodar de forma inteligente y sostenible el progresivo aumento del consumo. EcoStruxure para eMobility de Schneider Electric se erige como una solución tecnológica fiable y energéticamente eficiente para la movilidad eléctrica que cuenta con softwares y herramientas digitales para monitorizar y gestionar la carga en edificios comerciales, industriales y residenciales. En este sentido, se trata de un cargador de vehículos eléctricos conectado de extremo a extremo fácil de instalar, que mantiene la fiabilidad de la energía del edificio y que proporciona una satisfactoria experiencia a los conductores.
De este modo, EcoStruxure incluye el cargador, el cuadro eléctrico y el sistema de gestión de cargas y, tal y como comenta Pimenta, se integra a diferentes plataformas como EcoStruxure Power Monitoring Expert, Building Management Systems o EcoStruxure Microgrid Advisor (EMA).
Considerado un elemento “disruptor” en los sistemas eléctricos, sus cualidades son numerosas, aunque sobresale su conectividad, la integración de renovables y la solución de edificios para proveer servicios eficientes y sostenibles de la energía que mejoran la calidad eléctrica y la continuidad de servicio. De esta forma, no se trata de un simple cargador, sino que representa una solución integral que se puede conectar con otros softwares de gestión y control de la energía. Unido a esto, también permite alcanzar una mayor flexibilidad gracias a las tecnologías vehicle to grid (V2G) de carga bidireccional que permite convertir los vehículos eléctricos en recursos de almacenamiento a disposición del sistema.
Asimismo, desde Schneider Electric prevén que el desarrollo y uso masivo de microgrids permitirá que la capacidad de generación descentralizada, aquella generada fuera del sistema de transporte y distribución, alcance un 30% en 2050, lo que supone unas cifras muy superiores a los valores actuales que se encuentran por debajo del 10%. Y, gracias a estos desarrollos, se generará un nuevo escenario donde los consumidores se empoderan, convirtiéndose en prosumidores capaces de gestionar la energía en sus hogares.
