La irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha hecho “temblar” todo lo que toca, incluida la educación, uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad, sin embargo, . Sí, también en lo referente educación. Parece que el futuro más próximo estará dominado por esta herramienta tecnológica, pero ¿cómo afectará o beneficiará al sector educativo? ¿Realmente nos […]
Dirigentes Digital
| 16 jun 2023
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) ha hecho “temblar” todo lo que toca, incluida la educación, uno de los pilares fundamentales de cualquier sociedad, sin embargo, . Sí, también en lo referente educación. Parece que el futuro más próximo estará dominado por esta herramienta tecnológica, pero ¿cómo afectará o beneficiará al sector educativo? ¿Realmente nos encontramos ante una revolución plena?
Dmytro Voloshyn, experto en tecnología y cofundador y CTO de Preply, la plataforma especializada en el aprendizaje de idiomas de todos los países del mundo, habla con DIRIGENTES acerca del poder de la IA en el aprendizaje y cómo esta puede hacer a los profesionales de la educación mejores profesores.
La inteligencia artificial (IA) se ha impuesto en las vidas de todos, aplicando a todos los nichos. ¿Cómo afectará o beneficiará a un sector tan importante en la sociedad como es la educación?
La IA es un elemento disruptor que ya está revolucionando la manera en la que aprendemos y enseñamos, como antes hicieron otras tecnologías, como Internet. Lo que no cambiará, sin embargo, es el papel del docente como inspirador, como mentor.
No olvidemos que el aprendizaje no consiste en atiborrar el cerebro de datos, sino que trata de potenciar otras habilidades, como el crecimiento personal o la inteligencia emocional. Por eso pensamos que la IA no sustituirá a los profesores, pero sí les dará “superpoderes”, en el sentido de que les liberará de las tareas más repetitivas (como el trabajo administrativo), dándoles más tiempo para hacer lo que mejor saben. Así serán capaces de ayudar a los estudiantes a alcanzar todo su potencial.
Sin caer en una visión catastrófica de las posibles consecuencias del uso de la tecnología (Chat GPT lleva unos 7 meses en funcionamiento y aún no ha sucedido nada que podamos calificar de crítico), es cierto que hay que ser extremadamente cuidadosos con la privacidad de los datos de los alumnos que, en todo caso, deben prestar su consentimiento de forma expresa. Por otro lado, habrá que estar atentos a las regulaciones que los gobiernos y otras entidades aprueben para garantizar un uso responsable de esta tecnología.
Nosotros pensamos que no. Un algoritmo es capaz de procesar y presentar información de forma casi inmediata, pero no puede reproducir la experiencia humana de aprender. Enseñar es una tarea que exige empatía y respuestas complejas.
Tampoco podemos olvidar los beneficios emocionales y sociales de la interacción en el aula, ya sea esta presencial o virtual, como las relaciones que se forjan entre profesores y compañeros. De nuevo, creemos que la IA no es un enemigo del profesorado, sino un aliado que puede contribuir a mejorar la calidad de la educación.
La IA ya está potenciando el aprendizaje de idiomas a muchos niveles. En nuestro caso, llevamos más de 10 años aplicando las últimas tecnologías a la enseñanza de idiomas, sin olvidar el aspecto humano, ya que los tutores son el centro de nuestra propuesta de valor. Contamos con un algoritmo que encuentra al mejor tutor para cada alumno, basándose en diferentes criterios como los aspectos que se quieren mejorar, la localización geográfica, la disponibilidad horaria o el presupuesto.
La IA mejorará la eficiencia del aprendizaje al liberar a los docentes de las tareas más repetitivas, permitiéndoles centrarse en áreas con un mayor valor añadido como la pronunciación o la conversación. También, creando materiales de gran calidad en pocos segundos. Como resúmenes, ejercicios de repaso del vocabulario utilizado en la lección, etc.
Y esto es solo el comienzo, ya se está trabajando en un sistema que utiliza tecnologías de reconocimiento facial para detectar las emociones de los alumnos, una información que puede ayudar a los maestros a conocer el estado anímico de la clase, redirigir la atención de los alumnos e incluso mejorar el comportamiento en el aula.
El potencial es ilimitado.
Dos de las claves son la personalización y la accesibilidad.
Para nosotros es muy importante que el itinerario de aprendizaje sea único y que cada alumno sienta que está acompañado y que sus necesidades y preferencias individuales se tengan en cuenta. Los análisis predictivos van a poder ayudarnos en esta tarea ya que podrán identificar a los estudiantes con dificultades y proporcionarles apoyo adicional, como materiales de repaso o una tutoría adicional para volver sobre lo aprendido.
Aunque sabemos que el aprendizaje individualizado es el mejor método de educación, tiene sus limitaciones: a veces el problema es la disponibilidad de profesores especializados en diferentes lugares, otras falla la eficiencia del proceso, o nos encontramos con la barrera del precio. Estamos convencidos de que las tutorías personalizadas con la asistencia de IA mejorarán la eficiencia de la educación de idiomas, y que esta además será más accesible y más barata.
Debemos estarlo ya que la revolución tecnológica tiene un desarrollo rápido y no va a esperarnos. En este sentido es importante que los profesores se familiaricen con el uso de las nuevas tecnologías para exprimir al máximo su potencial y que se conviertan en unos verdaderos asistentes que hagan aflorar sus “superpoderes”.
En nuestro caso, no hablaríamos de robotizar el sistema de enseñanza ya que para nosotros el elemento humano está en el centro de nuestra propuesta de valor. Como hemos comentado anteriormente, la tecnología no vendrá a sustituir, sino a mejorar la labor de los tutores, que tendrán un apoyo para las labores administrativas y de investigación y que podrán dedicar más tiempo a lo que mejor saben hacer: inspirar a sus alumnos.
El potencial es, en este sentido, prácticamente ilimitado. Actualmente se está trabajando en una herramienta de evaluación lingüística que utiliza el procesamiento del lenguaje natural (NLP) para analizar la voz del estudiante, realizar un seguimiento de cuántas palabras ha aprendido y evaluar objetivamente su nivel de competencia en el idioma que está aprendiendo. Este instrumento permitirá a los profesores adaptar las siguientes clases y los deberes teniendo en cuenta las fortalezas y debilidades de cada alumno.
Hay que tener en cuenta diferentes riesgos del uso de la IA en el aula con fines educativos, especialmente los que se refieren a la protección de los datos personales y académicos del estudiante. Evitar que la información se comparta con terceros sin consentimiento, comprometiendo la privacidad de los alumnos, es fundamental, y por ello las entidades educativas que decidan implementar este tipo de herramientas deberán hacer un mayor hincapié en la ciberseguridad, además de estar atentos a las futuras regulaciones.