La mayor parte de los robots colaborativos que se utilizan en la industria no cumplen con los mecanismos de seguridad adecuados. Esto implica que pueden sufrir ataques cibernéticos y poner en riesgo la actividad desempeñada. Según un estudio reciente impulsado por varias start ups, esta circunstancia puede suponer una oleada de ataques por parte de […]
Dirigentes Digital
| 23 abr 2019
La mayor parte de los robots colaborativos que se utilizan en la industria no cumplen con los mecanismos de seguridad adecuados. Esto implica que pueden sufrir ataques cibernéticos y poner en riesgo la actividad desempeñada.
Según un estudio reciente impulsado por varias start ups, esta circunstancia puede suponer una oleada de ataques por parte de hackers, debido a las vulnerabilidades de los sistemas de seguridad de estos robots colaborativos.
Esta clase de robots, llamados “cobots”, se están expandiendo en muchas y diversas industrias, desde pymes a grandes compañías y generan mecanismos automatizados que mejoran la productividad y también hacen más eficientes los procesos de fabricación, suponiendo grandes mejoras para las empresas que los instalan.
Pero, según este estudio, la mayor parte de estas máquinas están basadas en programas informáticos mal protegidos y preparados para hacer frente a las cada vez mayores amenazas emitidas por parte de ciberdelincuentes. Se pone en riesgo, de este modo, la actividad que desempeñan.
En efecto, cada vez son más los riesgos de que las actividades delictivas de los piratas informáticos infecten a los robots de las industrias del planeta. Por eso, los mayores expertos de este campo han lanzado una serie de recomendaciones. Fundamentalmente les piden que evalúen constantemente la seguridad de sus entornos informáticos para poder entender el alcance de los riesgos a los que pueden tener que enfrentarse y así se puedan defender, estableciendo sistemas de barrera para blindarse ante los criminales cibernéticos.
En este informe se abordan tanto las deficiencias en el ámbito del hardware, así como en el software que se utiliza en los robots colaborativos. Los resultados son para alarmase: se descubrieron hasta 27 amenazas, dos de ellas críticas y otras 6 de alta severidad, algo que ocurría en todos los brazos robóticos que están disponibles hoy en día en el mercado y que utilizan todas las industrias y plantas de fabricación.
Otro de los problemas revelados es que las compañías que desarrollan estos cobots no blindan sus sistemas frente a las amenazas cibernéticas y dejan esta labor en manos de los propios clientes, que en muchos casos no disponen de los conocimientos técnicos necesarios o de los profesionales requeridos para poder protegerse de los ataques.
En ese sentido, se hace necesario que las empresas de la industria que trabajan con robots sean conscientes del problema al que se enfrentan y cambien su enfoque para adaptar la seguridad de estas máquinas a los nuevos dilemas que surgen en la industria 4.0 para hacer frente a estas amenazas que provienen del ciberespacio y que pueden surgir de otros países o otras compañías de la competencia.