Compras online, gestiones en el banco, con el centro de salud o con las administraciones públicas. En los últimos años un gran número de acciones de la vida diaria se han transformado con la implantación de la tecnología. Para los más jóvenes esto no suele ser un problema. Sin embargo, para las personas mayores en ocasiones este escenario puede traducirse en una barrera. En otras palabras, una brecha digital que deben derribar para adaptarse a las nuevas tendencias y poder seguir haciendo uso de servicios esenciales. 

En este contexto, algunos de los problemas más habituales aparecen cuando este colectivo accede al comercio electrónico. ¿Y qué papel juegan las empresas en este contexto? Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain, considera que para que esta experiencia sea lo más accesible posible las páginas web en general y los ecommerce en particular, deben ofrecer herramientas que, tanto en la parte de pago como en la de navegación, sean “intuitivas”, “sencillas” y “que no requieran ningún tipo de conocimiento por parte del usuario”. “A mí me gustan mucho las webs que te dan alguna forma de navegación que te pueden llevar hasta finalizar un pago mediante una conversación. Es algo más humano y, al final, es lo que busca la gente que no tiene mucho conocimiento en tecnología”, declara. 

Partiendo de este enfoque, el experto propone tres herramientas con las que las empresas pueden facilitar que cualquier persona disfrute de las ventajas del comercio electrónico. Una de ellas es dar opciones de pago por transferencia y otra mediante pago contra reembolso, “que no son tan dependientes de la tecnología”. Mientras que la tercera sugiere que en el momento del pago no aparezca únicamente un formulario de tarjeta básico sino que esté configurado de manera que se rellenen automáticamente todos los datos de la tarjeta de ese usuario. 

Phishing, la vía más utilizada

El fraude es uno de los delitos más generalizados. No obstante, Nebot destaca que no se trata únicamente de un caso relacionado con las personas mayores. Tal y como muestra el informe trimestral de fraude elaborado por TransUnion, los intentos de fraude en las transacciones online en España han crecido un 11% durante el primer trimestre. Y la mayoría de estas situaciones se han producido en el ámbito de las telecomunicaciones, seguidas del retail y la logística. Así las cosas, desde PaynoPain señalan el phishing como una de las vías a través de las que los delincuentes tratan de hacer creer a sus víctimas que están navegando, comprando o consultando una web que no es.

Para lograrlo utilizan diferentes métodos. Algunos de los más utilizados para engañar a las personas mayores son a través del envío de correos electrónicos o SMS que no son capaces de identificar si son o no legítimos, mientras que los temas más utilizados son los problemas con el pago de las pensiones, asuntos relacionados con la Seguridad Social, avisos de que un familiar ha tenido un problema y necesita dinero o las herencias espontáneas. Para atajarlos, Nebot subraya la importancia de la educación en la parte más vinculada con la seguridad de la tecnología con el fin de “identificar cuándo una web es una estafa”. Y, también, utilizar el sentido común “para no dar por hecho todo lo que recibes”. “Las comunicaciones oficiales tienen más canales para contactar contigo. En caso de duda, mejor hacer caso omiso”, sentencia.

Antes de comprar en un ecommerce, Jordi Nebot aconseja una verificación en dos pasos. Primero, “comprobar si el dominio, el nombre de la web, es realmente el que creemos que es y que no hay ninguna diferencia por mínima que sea” y, una vez realizado esto, el segundo paso consiste en “verificar que la plataforma no es una suplantación de identidad. Esto es el candadito famoso que tiene un certificado digital la web”. De este modo es posible saber que “donde estás entrando es quien dice ser”.