Hace apenas una semana varios líderes tecnológicos, entre los que se encontraban Elon Musk o Mark Zuckerberg, debatían en el Congreso de Estados Unidos cuál es el futuro de la inteligencia artificial. El objetivo de esta reunión fue entablar un debate acerca de la necesidad de regular esta tecnología. Bill Gates, cofundador de Microsoft, los […]
Dirigentes Digital
| 25 sep 2023
Hace apenas una semana varios líderes tecnológicos, entre los que se encontraban Elon Musk o Mark Zuckerberg, debatían en el Congreso de Estados Unidos cuál es el futuro de la inteligencia artificial. El objetivo de esta reunión fue entablar un debate acerca de la necesidad de regular esta tecnología. Bill Gates, cofundador de Microsoft, los directores ejecutivos de Open AI y directivos de Google, asistieron al encuentro convocados por el líder de los demócratas en el senado, Chuck Schumer. La sesión se produjo a puerta cerrada, tal como explicó la prensa estadounidense, que no pudo estar presente. En todo caso, hace unos meses, la Casa Blanca anunció una propuesta a las grandes compañías tecnológicas del país: medidas de seguridad basadas en pruebas de los sistemas de IA antes de hacerlos públicos. Además, el Gobierno también trabaja, al igual que otras administraciones como la Unión Europea, en la creación de un marco internacional que siente las bases y los límites en el uso de este tipo de herramientas. De momento, la respuesta por parte de los CEO ha sido positiva y están de acuerdo en que haya una regulación
Elon Musk, dueño de Tesla o Space X, que en otras ocasiones se ha mostrado reticente al avance de la IA, advertía sobre sus riesgos al salir de la reunión: “Es importante que contemos con un árbitro”, señaló. Aunque hay que tener en cuenta que Musk fue uno de los fundadores de Open AI, la empresa creadora de Chat GPT, y además hace unos meses lanzó Thruth GPT, una plataforma para hacerle la competencia a la ya famosa aplicación conversacional basada en inteligencia artificial.
A pesar de la apuesta en inteligencia artificial por parte de reconocidos líderes del ámbito tecnológico, el pasado mes de marzo, más de 1000 directivos firmaron una carta abierta en la que pedían a los laboratorios que trabajaban desarrollando IA, que detuvieran de forma inmediata el entrenamiento de sistemas superiores a GPT 4 durante mínimo seis meses. En el mismo documento, los firmantes manifestaban el riesgo de perder el control y el peligro de que dichos sistemas se utilizaran de forma negligente o malintencionada. Por otro lado, temían que la inteligencia artificial supere la capacidad humana de comprensión y conocimiento de forma que acabe sustituyendo a las personas, tanto en el ámbito laboral como en el día a día.
De momento, habrá que esperar a la respuesta final de la administración estadounidense, que debe decidir cómo afrontar el control de la IA, y si apostará por un modelo cercano al europeo y radicalmente opuesto.