Quién teme a la inteligencia artificial

Las capacidades de la inteligencia artificial crecen cada día. Tanto es así que esta tecnología consigue realizar en muchos campos las mismas actividades que podría hacer un ser humano. El peligro que puede albergar entrenar a máquinas para que imiten el funcionamiento del cerebro, ha quedado patente en las últimas semanas. El pasado mes de marzo, más de 1000 personalidades hacían pública una carta en la que pedían frenar el uso de la IA porque, apuntaban, “en los últimos meses los laboratorios de IA han entrado en una carrera fuera de control para desarrollar e implementar mentes digitales cada vez más poderosas que nadie, ni siquiera sus creadores, pueden entender, predecir o controlar de forma fiable”, decía el manifiesto firmado por personalidades como el empresario y dueño de Twitter, Elon Musk, o Yoshua Bengio, pionero en el desarrollo de esta tecnología.

Ahora le ha tocado el turno a Geoffrey Hinton, uno de los padres de la IA que ha trabajado en su desarrollo para Alphabet, la empresa matriz de Google. Hinton, que ocupaba el puesto de vicepresidente de Ingeniería en la compañía, ha presentado su renuncia alegando el peligro que supone la inteligencia artificial. “En realidad me fui para poder hablar sobre los peligros de la IA sin considerar cómo afecta esto a Google” señalaba en su cuenta de Twitter. También Stephen Hawking alertó en 2014 del peligro de dotar a las máquinas de inteligencia y llegó a advertir que el desarrollo de la inteligencia artificial podría acabar con la raza humana. 

In the NYT today, Cade Metz implies that I left Google so that I could criticize Google. Actually, I left so that I could talk about the dangers of AI without considering how this impacts Google. Google has acted very responsibly.

— Geoffrey Hinton (@geoffreyhinton) May 1, 2023

Aunque la inteligencia artificial puede ayudar a distintos sectores a ser más eficientes y contribuir a la mejora de la sociedad, su uso también puede ser perjudicial. Empresas de ciberseguridad ya han detectado como algunos ciberdelincuentes usan la aplicación ChatGPT para ejecutar sus ataques. Además, la excesiva automatización puede dar lugar a la pérdida de puestos de empleo. El pasado mes de marzo Open AI, la compañía que está a los mandos de ChatGPT, publicaba un estudio sobre el potencial que su plataforma podría alcanzar en el mercado. En él, los expertos revelaban que alrededor del 80 % de la fuerza laboral de EE.UU. podría ver al menos el 10 % de sus tareas afectadas. Además, el informe señalaba que aproximadamente el 19% de los trabajadores podrían ver el 50% de sus tareas impactadas por GPT.