La industria de las telecomunicaciones abarca mucho más que la compra y venta de un teléfono móvil. Nokia observó que la tendencia iba hacia la instalación y el desarrollo de las telecomunicaciones en un sentido más amplio, por ello tomó la decisión de dejar de fabricar terminales y dedicarse a instalar la infraestructura que los […]
Dirigentes Digital
| 08 sep 2020
La industria de las telecomunicaciones abarca mucho más que la compra y venta de un teléfono móvil. Nokia observó que la tendencia iba hacia la instalación y el desarrollo de las telecomunicaciones en un sentido más amplio, por ello tomó la decisión de dejar de fabricar terminales y dedicarse a instalar la infraestructura que los hace funcionar. Lo explica para DIRIGENTES Sergio Solivera, vicepresidente de la Región del Mediterráneo de Nokia.
¿Cómo ha afectado la pandemia a Nokia?
La pandemia nos ha cambiado el paso a todos. Si hay algo que destacar, es que el negocio en el que Nokia se encuentra, el de la conectividad y conectividad avanzada, lo ha puesto en el punto de mira. Todo el mundo se ha dado cuenta de la importancia de las redes y la conectividad.
Hemos visto en todos los países europeos que cuando en un año estimábamos el crecimiento de tráfico en torno a un 30% o 40%, esos crecimientos han sucedido en las primeras dos semanas del confinamiento. Las redes han tenido que aguantar y han aguantado. De cara al futuro, antes de la pandemia teníamos tráfico por eventos en vivo o porque la gente demandaba más contenidos en fin de semana, esos tráficos han estado teniendo lugar durante la semana. Los picos nuevos del fin de semana han sido exponencialmente más altos. Las redes han tenido que adaptarse a eso. Estamos viendo patrones menos predecibles en cuanto al tráfico, lo que va a tener un impacto mayor. Las redes deben ser capaces de responder de manera inteligente a esos picos de tráfico.
En cuanto a cómo ha notado Nokia ese impacto, por un lado estamos siendo afectados como una empresa más. Oficinas cerradas, protocolos estrictos y teletrabajo masivo. El teletrabajo ya era una realidad desde hace muchos años en Nokia en todos los países de Europa y la transición hacia ese teletrabajo 100% ha sido natural. No hemos visto impacto en la productividad. Hemos tenido iniciativas del tipo cafés virtuales, programas de formación en tiempo real… En definitiva, hemos buscado mantener esa conectividad social de empresa. A nivel de negocio, en el primer trimestre hemos tenido cierto impacto en ventas. Lo hemos recuperado y vemos que la demanda de conectividad se está manteniendo. Muchos operadores están realizando planes de inversión, aunque hay decisiones que se están posponiendo. La adjudicación en España del espectro 5G estaba planificada para finales de año y se retrasará hasta el año que viene. Muchas decisiones se están posponiendo pero la demanda de conectividad se ha mantenido, incluso en algunos segmentos se está acrecentando.
Las redes deben ser capaces de responder de manera inteligente a esos picos de tráfico
Por otro lado, hay países en los que la digitalización y el despliegue masivo de tecnologías como la fibra para garantizar ancho de banda, esos planes nacionales se están acelerando. Hay mucha discusión en Italia sobre cómo acelerar la introducción de fibra. Afortunadamente, en España esa inversión se ha hecho ya antes de la pandemia. La conectividad que he tenido en España ha sido mejor que las que otros compañeros tenían en otras partes de Europa.
¿Qué riesgos tiene que se incremente la demanda de tráfico? ¿Puede haber peligro en cuanto a la ciberseguridad o al potencial de la red?
La demanda de tráfico implica una mayor capacidad de la red para dar soporte a esa demanda. Conlleva planes de inversión para hacer frente a la demanda. Todos los operadores con los que estamos trabajando tienen planes de redimensionado de red ejecutados de forma estricta. Lo que están haciendo es adaptarlos a la nueva demanda de tráfico. Es una cuestión de anticipar inversión para esa demanda que va a ser más cambiante. No veo que vaya a haber ningún tipo de problema.
¿Cuándo podremos funcionar todos con 5G en España?
El 5G es una realidad ya. A diferencia de otros mercados como Estados Unidos o Corea del Sur donde se lanzó de forma anticipada, es cierto que Europa está tardando un poco más pero está recuperando terreno de una forma muy rápida. En junio había 14 países con servicio comercial y ahora nos acercamos a los 20. Esos despliegues están enfocados en una primera fase a dar conectividad y mayor ancho de banda. Lo que esperamos es que en un plazo de tiempo corto, 12 o 18 meses, empecemos a ver más despliegues de 5G ligados a lo que debe traer el 5G, que es ser el facilitador para la IV Revolución Industrial. Hemos visto en Europa muchas pruebas piloto en las que el 5G habilitaba nuevos servicios. Por ejemplo, el puerto de Hamburgo espera en 2025 un tráfico de 18 millones de contenedores al año, con miles de camiones conectados y seguidos por otros tantos sensores. Necesitas una conectividad diferente, que es lo que aporta el 5G en cuanto a conectividad, latencia y resiliencia. Esos casos de uso que se han ido probando es lo que realmente debe consolidarse y desarrollarse en los siguientes meses.
En España hemos tenido multitud de casos de uso en esa línea. Por ejemplo, en Segovia lo probamos con Seat y Telefónica como partners. Gracias a la baja latencia del 5G damos información al conductor de posibles incidencias en la carretera. Ese tipo de funciones solo te las da el 5G, o mandar vídeo en 4G.
Comentaba que en España se ha hecho una inversión importante en fibra. ¿Tiene sentido esta inversión teniendo en cuenta que el 5G ya está aquí?
Absolutamente. El 5G es la última milla que te va a dar esas prestaciones adicionales en un entorno en el que es imposible cablear o dar las prestaciones de la fibra. Pero para todo lo que va detrás del 5G necesitas una red de fibra que lo soporte. Por la experiencia que estamos viendo, la inversión que se hizo en España en fibra es la forma adecuada de acelerar esa digitalización frente a otro tipo de opciones. Fibra y 5G son complementarios.
¿Cuál está siendo el papel de Nokia en la digitalización en Europa? ¿Puede haber algún peligro en que este proceso lo lleven a cabo empresas que no son europeas?
Nokia es europea, nuestro headquarter es europeo, proviene de la fusión de empresas con una gran experiencia en Europa. La proposición de valor que tiene Nokia de cara a facilitar esa conectividad avanzada que permita la digitalización, la evolución o la mejora de los procesos a nivel industria y a nivel sociedad. Es una propuesta de extremo a extremo. El 5G no es solo una tecnología radio. Va a permitir la digitalización de todos los procesos de nuestra industria y de toda la sociedad. Nos va a permitir nuevos servicios, va a mejorar la productividad de las industrias y va a hacer nuestra vida mejor. Ese tipo de conectividad es de extremo a extremo. Hay una parte de radio y otra de red muy importante. El tema de IP, la parte óptica, la parte de la nube, de inteligencia y control… Eso es lo que está desarrollando Nokia. Es uno de los únicos vendedores de un portfolio de extremo a extremo que tiene la capacidad para dar esa conectividad 5G. Cuando hablamos de cómo el 5G puede impactar en una industria, necesitas dotar y soportar distintos servicios y prestaciones.
Europa puede desarrollar sus redes 5G con los jugadores que ya hay
Creemos que tiene que haber una industria europea a nivel de comunicaciones y estamos contribuyendo de forma notable en desarrollarla. Europa para Nokia es uno de los mercados más importantes. En los últimos meses, debido a la aceleración del 5G, el mercado europeo es de los más importantes de la corporación.
En cuanto a si hay riesgo de que otros suministradores desarrollen el 5G. Desde el punto de vista de la seguridad, es un elemento a destacar muy importante. El 5G va mucho más allá de la radio y deben tener un grado adicional de fiabilidad y seguridad. Eso es importante si como empresa o como gobierno vas a exponer ciertas comunicaciones a esa red. Debes ser muy consciente de la seguridad. Todos nosotros utilizábamos redes antes. Ahora vamos a vivir en la red. En nuestro caso, está auditado desde el punto de vista de la seguridad. Debe ser uno de los elementos a tener en cuenta a la hora de desplegar la red.
¿Por qué Europa no tiene esa industria a nivel de telecomunicaciones que sí tienen Asia y Estados Unidos?
Yo sí creo que Europa tiene industria puntera para desarrollar redes de telecomunicaciones. Aparte de Nokia, existe todo un ecosistema en este sector. No hay ningún tipo de dependencia de suministradores o jugadores no europeos. Europa puede desarrollar sus redes 5G con los jugadores que ya hay en Europa. Nokia lo está haciendo desplegando redes 5G en todo el mundo como suministrador europeo y una fuerte presencia.
¿Por qué hace 10 o 15 años todos teníamos un móvil Nokia en el bolsillo y ya no?
Es cierto que mucha gente recuerda Nokia como aquel fabricante de teléfonos móviles. Ahora Nokia es uno de los líderes en redes de comunicaciones y conectividad. Se ha reinventado muchas veces y eso forma parte del ADN de la compañía. Son 150 años de historia de la compañía. Hemos pasado de trabajar en la industria de la madera, del papel, a fabricar botas, móviles y ahora redes de telecomunicación. Todas y cada una de esas fases ha habido una constante: la innovación, la capacidad de reinventarse y sobre todo, intentar tener un impacto en la sociedad, hacer un mundo mejor. Ese sigue siendo el compromiso que tenemos. El foco está en esa conectividad avanzada, inteligente y respetuosa con el medio ambiente.
¿Esto tiene relación con que Nokia se dirija hacia las empresas más que a los particulares?
Cuando Nokia hacía teléfonos móviles, también tenía un gran negocio de redes. Son dos industrias completamente diferentes. El nivel de inversión, de capital circulante en el negocio de teléfonos móviles es muy diferente al negocio de las redes de telecomunicaciones, con ciclos de innovación más intensivos en capital pero más duraderos en el tiempo. El foco de clientes de este sector son los operadores de red y grandes empresas que consuman a través de los operadores o directamente. Es un negocio completamente diferente. Hubo que tomar una decisión estratégica, dónde poner el foco. Mantener ambos negocios en aquel entonces no era viable. Fue una decisión estratégica de negocio. Viendo los grandes cambios que ha habido en el mundo de terminales fue la decisión adecuada. Nokia sigue aquí y es un líder en comunicaciones. Hubiese sido difícil mantener la cuota que tenía Nokia.