Uber ha anunciado que quiere convertirse en una aplicación de transporte total incorporando el transporte público para ofrecer la mejor solución para cada trayecto de sus usuarios.

La compañía, que gestiona flotas de vehículos en 600 ciudades de todo el mundo, aspira a poder implantarse en más lugares y además ser la referencia para escoger el desplazamiento, aun cuando no sea a través de sus coches.

La apuesta de Uber es ser capaz a corto plazo de integrar el transporte público ofreciendo distintas alternativas de movilidad tanto mediante un solo medio de transporte como enlazando dos o más servicios.

Además, desde la compañía, explican que, aunque su mercado hasta ahora hayan sido exclusivamente los trayectos en coche es algo que creen que puede varias de forma significativa en el futuro. Al igual que Amazon fue inicialmente una tienda online de libros y ahora es mucho más, Uber puede sufrir una transformación similar en el mercado del transporte.

De momento, sus planes pasan por permitir a sus usuarios comprar los billetes para transporte público mediante la aplicación, una forma más de facilitar a los usuarios una vía cómoda para quienes usen la aplicación.

Las soluciones que propone Uber suponen un añadido a las cada vez más restrictivas políticas de circulación de muchas ciudades. El responsable de política de transporte e investigación de Uber, Andrew Sulzberg, ha explicado que hHay un gran énfasis en el lado de la ciudad sobre cómo hacer que la gente acceda a otros medios de transporte que no conduzcan su propio automóvil".

"Al pensar en el desafío principal en el transporte urbano, no solo en los EE. UU. Sino en ciudades de todo el mundo, en gran parte se trata de cómo administrar automóviles", ha explicado el directivo.