Los datos se han convertido en la nueva gallina de los huevos de oro. El volumen de datos en el mundo no se detiene y se incrementa día a día. La transformación digital que están llevando a cabo las empresas así como las administraciones públicas y privadas lleva implícito un ingente incremento de la demanda del cloud computing y otros servicios en internet. Por todo esto, los centros de datos hiperescala están aumentado su presencia con celeridad ya que la demanda de cliente no para de subir.

Según Global Market Insights, el mercado de centros de datos hiperescala logró una valoración de más de 20.000 millones de dólares en 2018. Pero sus posibilidades son casi ilimitadas. Según su último informe, en el año 2025 su mercado ascenderá hasta los 65.000 millones.

Compañías como Facebook, Cisco, Google, Huawei, IBM, Intel, Lenovo, Mircosoft,, Sandisk LLC o Schneider Electric son las mayores del mundo en este campo. Los expertos indican en su estudio que uno de los sectores que está aumentando es la de unidades de distribución de energía o PDU. Están basadas en bastidor, debido a su alta disponibilidad y a sus características de suministro de alta potencia. También ofrecen la ventaja de que se pueden instalar en cualquier clase infraestructuras en rack sin interrumpir el suministro, lo que aporta una gran ventaja competitiva de cara a los clientes.

En cuanto al incremento global del mercado de tecnología para centros de datos hiperescala, los analistas consideran que se aupado por al alza de servicios en la nube, smartphones y redes sociales en regiones capitales como Asia Pacífico, destacando los dos países más poblados del mundo, China e India, así como tigres asiáticos como Corea del Sur, Taiwán, Filipinas o Indonesia.

Los mercados europeos también están viendo una notable subida de la creación de centros de datos hiperescala. Esto es debido a las ventajas que genera la gran disponibilidad de fuentes de energía renovables, terrenos aptos para estas grandes infraestructuras y redes de datos de elevada velocidad. Se pronostica que esta tendencia prosiga durante los próximos cursos, convirtiendo al viejo continente en una zona predilecta dentro del mercado de los centros de datos.