Lejos de calmarse, la situación que se vive Oriente Medio, en concreto en el Golfo Pérsico, continúa escalando en tensión. La Marina Real británica mantiene bajo embargo un petrolero iraní desde la semana pasada bajo la sospecha de que transgredía las sanciones de la Unión Europea a Siria.

Según un portavoz de Exteriores iraní explicó a la agencia IRNA, el motivo británico tendría que ver con el supuesto transporte de petróleo al régimen de Damasco. “Este es un juego peligroso y tiene consecuencias. Los pretextos legales para la captura no son válidos”, explica el portavoz Abbas Mousavi.

En ese contexto, Irán advierte de que podría llevar a cabo medidas recíprocas en caso de que Reino Unido no ceda a la presión. La actuación de la Defensa británica tendría que ver con el bloqueo que sufrió un petrolero de la empresa BP en el estrecho de Ormuz por tres buques iraníes. En ese momento, la armada británica interpuso un buque de guerra que obligó a los barcos iraníes a retirarse.