Nueve empresas, entre las cuales se cuentan la Casa de la Moneda, la empresa pública de servicio postal, la lotería, empresas de telefonía, tecnología de datos, infraestructura, puertos y parques nacionales, forman parte del paquete de activos que el gobierno de Brasil estudia privatizar.

La información fue confirmada esta semana por el jefe de ministros, Onyx Lorenzoni, tras una reunión del consejo de Sociedades de Inversión (PPI, por su sigla en portugués), encargado de los estudios para la venta de empresas, acciones y servicios estatales.

El lote contiene ahora 18 activos, sumando los nueve anunciados en mayo, cuando el organismo confirmó la inclusión de Eletrobrás (electricidad), Ceasaminas (abastecimiento), Codesa (portuaria) y CBTU (trenes urbanos), aunque sin informar plazos.

Venta condicional

“Los estudios no significan necesariamente que una empresa será privatizada. El objetivo inicial es analizar la viabilidad económica de la compañía y el impacto positivo que tendría asociarla con la iniciativa privada”, dijo la secretaria especial del PPI, Martha Seillier, reporta EBC, la agencia oficial de noticias de Brasil.

Además de los análisis, el PPI aprobó una nueva modalidad para Lotex (un servicio de lotería), la venta de 20 millones de acciones en el Banco do Brasil, la concesión de tres parques nacionales (Lençóis, Jericoacoara e Iguaçu) y nuevo peaje en una ruta de 4.600 km (BR-101).

Estos nuevos anuncios se enmarcan en el plan con que el ministro de Hacienda, Paulo Guedes, se propone recaudar USD 20.000 millones de dólares en 2019, además de realizar más fusiones como la firmada por Embraer y Boeing en julio.

Euforia bursátil

La inclusión de Petrobras en el paquete de “privatizables” provocó un inmediato aumento del 5% en la cotización de sus acciones en la Bolsa B3 de São Paulo. Onyx, sin embargo, detalló que la venta de la petrolera aún no está aprobada, sino que se encuentra sólo en estudios.

La venta de la petrolera, considerada “la joya de la corona”, tendría un efecto político potencialmente negativo, señalan analistas. En función de ello, la hipótesis que circuló con más fuerza fue la de que el Gobierno vendería apenas la participación de su banco en la misma (BNDES).

Con esa operación, ingresarían a las arcas públicas 10.600 millones de euros sin la necesidad de vender toda la empresa, de tan relevante peso no sólo en la economía, sino también en el imaginario colectivo brasileño.