Como en abril de 2019 y febrero de 2021 -cuando perdió, respectivamente, 5.971 millones y 19.352 millones de euros-, la petrolera Petrobras vuelve a desvalorizarse en junio de 2022 tras perder, en un único día (el viernes 17), 5.031 millones de euros.

El motivo en los tres casos ha sido la depreciación de sus acciones ante los movimientos del presidente Jair Bolsonaro para intervenir en la política de precios de la compañía. El resultado es una pérdida total de valor de -42,43%, equivalente a 30.355 millones de euros, durante el mandato del líder de la ultraderecha brasileña.

Efecto dominó

La bolsa B3, en tanto, ha perdido la marca de 100.000 puntos por primera vez desde noviembre de 2020 y aún no recupera su desempeño tras esa fuerte baja, según los datos informados por esa casa este miércoles (22).

Con todo, Petrobras continúa siendo la empresa más valiosa de Brasil, con un valor estimado de 69.250 millones de euros, de acuerdo con la medición de Economática, plataforma líder de información financiera de Latam y EEUU.

La petrolera es de control estatal pero sus acciones también se negocian, además de en la B3, en las bolsas de Nueva York y Madrid [1]. Su gasolina, además, es el producto que más pesa en el Índice de Precios al Consumidor (6.71% del total). Por ello su variación de precios “se siente” tanto en el día a día.

Inflación y combustibles

La compañía viene protagonizando uno de los frentes de desgaste más fuertes para Bolsonaro en los últimos meses de su gobierno (habrá elecciones en octubre) y ocurre en medio de una inflación como no se veía en Brasil en décadas.

En efecto, los datos oficiales publicados en mayo indican que la inflación de abril (+1,06%) ha sido más de tres veces superior a la del mismo mes de 2021 (+0,31%) y la mayor para este mes en los últimos 26 años, según el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas).

Para intentar contrarrestar el impacto que tienen los combustibles en los precios generales (la gasolina de Petrobras es la que usan los camioneros, por ejemplo), Bolsonaro ha intentado “poner orden” en la administración, provocando cuatro cambios ya en la presidencia de la empresa.

Efectos políticos

Esta misma semana ha renunciado a ese cargo José Mauro Coelho, que había sido prácticamente desplazado por Bolsonaro cuando Petrobras anunció un nuevo aumento en el precio de los combustibles.

Observadores apuntan que los movimientos de Bolsonaro buscan minimizar el efecto negativo que tiene para su aspiración electoral el aumento general de la inflación, a pesar de que los precios de Petrobras estén regidos por la dinámica internacional.

En esa línea, los movimientos intervencionistas de Bolsonaro -que lo ubican en la misma posición de antagonistas políticos suyos como el dictador Nicolás Maduro y el argentino Alberto Fernández- no hacen más que inquietar al mercado de capitales.