La compañía estadounidense de vehículos eléctricos, Tesla, ha anunciado que venderá 2.000 millones en acciones ordinarias en una nueva oferta pública. La empresa dice que planea usar las ganancias de la oferta “para fortalecer aún más su balance general, así como para fines corporativos generales”.

La compañía ofrecerá 2,65 millones de acciones y la oferta podría generar ingresos por alrededor de 2.300 millones de dólares. Poco antes de dar la noticia, Tesla había pronosticado gastos de capital de unos 3.500 millones este año.

Según expone el comunicado de la compañía, Elon Musk comprará hasta 10 millones en acciones en esa oferta, mientras que el multimillonario fundador de Oracle, Larry Ellison, quien fue nombrado miembro de la junta directiva de Tesla a finales de 2018, comprará hasta 1 millón.

La noticia hizo que las acciones de Tesla bajaran un 7,2% en el comercio previo a la comercialización, pero luego revirtieron esas pérdidas, subiendo un 4,78%.

Actualmente la acción de Tesla está en los 804 dólares. Desde que comenzó el año la acción se haba apreciado un 114%. De hecho, según los datos de Refinitiv, Tesla cotiza ahora 35 veces por encima de las ganancias estimadas para 2022.

Esta decisión de oferta pública ha tomado por sorpresa a los inversores ya que el 29 de enero, Musk y el director financiero de Tesla, Zach Kirkhorn, dijeron que “no tendría sentido” recaudar más efectivo. Elon Musk comentó en ese momento que Tesla estaba “gastando dinero tan rápido como podemos gastarlo, con sensatez”, y que la compañía estaba generando un flujo de caja positivo. De hecho, Tesla anunció que había generado 1.100 millones de dólares en flujo de efectivo libre solo en el cuarto trimestre de 2019, y que terminó el año con 6.300 mil millones en el banco. Tesla también anunció que espera que ese flujo de caja positivo continúe en el futuro. Los gastos en 2019 ascendieron a 1.330 millones, muy por debajo de los 2.500 millones estimados.

Parece que Musk ahora quiere aprovechar el repunte en bolsa del fabricante de automóviles eléctricos. Según el comunicado, la finalidad es “acelerar sustancialmente el crecimiento de la producción, inversiones en sobrealimentadores y el servicio al cliente”. Aunque algunos expertos creen que esto también servirá para ayudar a pagar parte de la enorme de deuda de 13.420 millones de dólares (al cierre de 2019) o para comprar otras compañías.

Ese dinero también podría ser usado en la reciente producción del Modelo 3 en su Gigafactory recién inaugurada en China, que aún no ha sido completada la construcción de la instalación. También parte de las ganancias pueden ir a una nueva fábrica en Alemania, y por supuesto para seguir produciendo vehículos e innovando.

El SUV compacto de la compañía, el Modelo Y, está adelantado a lo programado y comenzará a enviarse a los clientes esta primavera, lo que significa que Tesla debe aumentar nuevamente la producción de lo que probablemente sea un producto popular. Además quiere preparar la producción del modelo deportivo Tesla Roadster y tiene el reto de producir más y mejores baterías.

Tesla dijo el 29 de enero que tiene la intención de comenzar este año una pequeña producción de su gran plataforma eléctrica, el Tesla Semi. La compañía de vehículos también está tratando de poner algunos nuevos productos energéticos en la producción en masa, como su techo de vidrio solar. Y está en pleno desarrollo del Cybertruck, que se supone que saldrá a la venta a finales de 2021.

Esta no es la primera vez que Tesla recauda efectivo a través de ofertas de acciones secundarias. El año pasado, la compañía vendió casi 900 millones en acciones y 1.800 millones en deudas que pueden convertirse en acciones. En 2017, Tesla vendió 250 millones en acciones ordinarias para ayudar al despegue de la producción del Modelo 3. También vendió 1.400 millones en acciones para financiar el programa Modelo 3 en 2016 y 500 millones en 2015.

La compañía de Elon Musk tiene un valor de unos 144.900 millones de dólares, casi 62 millones más que la suma de General Motors y Ford, sus principales rivales estadounidenses en el sector automotriz.