El Tribunal de Distrito de Tokio permite la salida de prisión preventiva de Carlos Ghosn, tras haberle impuesto una fianza de mil millones de yenes, lo que se traduce en nueve millones de dólares. No obstante, los fiscales de Tokio han apelado esa decisión, aunque Ghosn podría salir de la cárcel este martes, según informan las cadenas japonesas NHK y Yomiuri Shimbun.

Después de un cautiverio de 107 días, el antiguo mandatario de la compañía nipona se enfrenta a las acusaciones de violación de la Ley de Instrumentos Financieros y de Cambio, así como al abuso de confianza por utilizar de forma inapropiada fondos de Nissan.

Además, se le acusa de subestimar sus ingresos durante cinco años, hasta 2014. Junto a eso, se suma una nueva orden de arresto por no proporcionar la información necesaria acerca de sus ingresos desde 2014 hasta 2017.

Los procedimientos para juzgar a Ghosn aún no han comenzado, y se espera que lo hagan a mediados de este mes, dada la posible salida de dinero hacia Oriente Medio. En concreto, se le acusaba de enviar dinero a un empresario saudí.

DESTITUCIÓN DE NISSAN

Tanto las acusaciones como las supuestas malas prácticas del empresario franco-brasileño dentro de Nissan llevaron a la empresa a destituirle por lo que consideraban “una clara violación del deber de sus directores”. Hay que mencionar que, junto a Ghosn, se encontraba Greg Kelly, director representante, que también fue acusado por mala praxis.

Según las propias investigaciones de Nissan, los dos dirigentes llevaban “muchos años” declarando unos sueldos más bajos de lo que realmente recibían. Más allá de ello, Ghosn utilizaba fondos de Nissan para sus propios fines, entre ellos, viajes familiares.