Prácticamente cualquier persona que haya trabajado por cuenta ajena ha escuchado hablar de la retribución flexible. Se trata de una modalidad de cobro que te permite llevarte parte de tu salario a casa en forma de beneficios sociales exentos de impuestos.

En la práctica, esto significa que si cobras parte de tu sueldo en forma de retribución flexible, puedes llevarte más dinero a casa a final de mes. Sin embargo, no todo el mundo tiene claro cómo utilizar correctamente esta modalidad de cobro, ni cómo sacarle el máximo partido.

Si tu empresa te ofrece esta opción y tienes dudas sobre cómo aprovecharla, aquí te explicamos cómo sacar el mayor partido a esta opción.

¿Qué es exactamente la retribución flexible?

La retribución flexible es una iniciativa que ofrecen algunas empresas a sus trabajadores, que consiste en cobrar parte del sueldo en beneficios sociales. Estos pueden tomar la forma de seguros médicos, ticket restaurante o abono transporte, entre otras opciones.

La retribución flexible es una forma de darle al trabajador más control sobre cómo se gasta su salario. Algunos trabajadores pueden preferir tener más dinero en efectivo, mientras que otros pueden preferir usar ese dinero para gastarlo en estos beneficios sociales que generalmente están sujetos a tipos impositivos más bajos.

¿Cómo funciona la retribución flexible?

Normalmente, los beneficios sociales son un gasto fijo para las empresas, que pueden declararlos como tal en sus presentaciones anuales de impuestos y por lo tanto pueden desgravárselos. De esta forma, con la retribución flexible, las empresas pueden ofrecer estos beneficios a sus empleados de forma que les resulten más ventajosos a nivel fiscal.

Por ejemplo, si un empleado necesita un seguro médico, la empresa puede ofrecerle el seguro a través de la retribución flexible. Así, el empleado pagará menos impuestos y tendrá de forma efectiva un salario ligeramente superior, aunque en su nómina quede reflejada una cantidad más baja.

¿Cuáles son los beneficios de la retribución flexible?

La retribución flexible tiene muchos beneficios para los empleados. En primer lugar, les permite tener más control sobre su sueldo. Además, les ayuda a optimizar su declaración de IRPF y les permite acceder a beneficios sociales que de otra forma es posible que no pudieran permitirse.

Por último, también puede ayudarles a mejorar su calidad de vida. Y es que generalmente estos beneficios sociales están asociados a necesidades básicas de los trabajadores, como la posibilidad de comer fuera de casa en las jornadas laborales, tomar el transporte público para ir a su puesto de trabajo, o acceder a un seguro médico privado de calidad que asegure su bienestar e incluso, en ocasiones, la de su familia.

Por todos estos motivos, si estás buscando una forma de optimizar tu sueldo y sacar el mayor provecho posible a tus beneficios sociales, entonces la retribución flexible puede ser una buena opción para ti. No obstante, antes de decidirte por esta opción, es importante que consultes con tu contable o asesor fiscal para que te asesore sobre cómo puede funcionar esta alternativa en tu caso concreto.