La inflación que experimenta España actualmente sería una de las más altas que el país ha vivido en varias décadas, por lo que cada vez más personas se estarían enfrentando a gastos inesperados que pueden ser difíciles de afrontar. Ante un panorama tan imprevisible, los préstamos rápidos estarían ganando popularidad.

A pesar de una demanda cada vez mayor, los préstamos rápidos no son una opción adecuada para todo tipo de solicitante. Por esta razón, te explicamos algunas consideraciones que debes tomar en cuenta antes de solicitarlos:

• Son más costosos

Los préstamos rápidos tienen grandes ventajas para quienes necesitan financiamiento de forma inmediata, sin embargo, a costa de esta ventaja viene una gran desventaja: son más costosos.

Si bien no existe un precio promedio para determinar qué tan costosos son, lo cierto es que la Tasa Anual Equivalente (TAE) puede ir desde porcentajes altos pero razonables como un 5-10%, hasta tasas completamente especulativas que superan el 2.000%.

Estos préstamos también pueden contar con gastos adicionales, como por ejemplo, un tipo de interés nominal (TIN) muy alto, comisiones de estudio y apertura elevadas, e incluso penalizaciones en caso de amortizar el préstamo de forma demasiado anticipada.

• No todas las opciones son de fiar

Debido a su naturaleza inmediata, este tipo de préstamos suelen ser los más solicitados por personas que requieran financiamiento de forma urgente, por lo que cada vez más estafadores e instituciones inescrupulosas se aprovechan de los incautos. Esto no quiere decir que todas las entidades que proveen este tipo de préstamos son poco serias, pero sí que habrá una mayor oferta de productos poco fiables.

Si estás buscando préstamos online rápidos y seguros, lo mejor es acudir a plataformas diseñadas para comparar las distintas opciones disponibles, ya que no solo podrás obtener información en detalle sobre cada producto, sino también opiniones acerca de cada una de las instituciones que los provee.

• Deben pagarse rápidamente

Como su nombre lo indica, estos préstamos suelen ser otorgados apenas 24 horas después de que se formaliza la solicitud por parte del cliente, sin embargo, los mismos pueden tener una fecha de amortización mucho más corta que el resto de las opciones, con el tiempo promedio siendo de apenas un mes.

Para muchos esto es ideal, ya que permite saldar la deuda rápidamente, sin embargo, la situación no es tan favorable para quienes tienen un presupuesto más apretado. Algunos de estos préstamos aplican altos porcentajes por demora en el pago de las cuotas, lo que puede hacer que el costo total del financiamiento sea mucho mayor de lo anticipado si no se amortiza a tiempo.

• No deben solicitarse para todo tipo de gastos

Para una buena parte de la población, solicitar un préstamo es la mejor forma de invertir, ya que lo ven como una estrategia que les permite utilizar “dinero ajeno” en vez del propio. Si bien esto de por sí es un error garrafal cuando hablamos de préstamos tradicionales, con los préstamos rápidos puede ser aún peor, ya que sus condiciones los hacen mucho menos favorables para los solicitantes.

Este tipo de productos financieros está reservado únicamente para gastos de emergencia, donde queremos realizar un pago de último momento sin disponer de nuestro propio dinero en caso de que surjan gastos adicionales. Solo debes solicitar un préstamo rápido si cuentas con el dinero para realizar la amortización total en el tiempo acordado.

Si luego de leer estas consideraciones sigues creyendo que un préstamo rápido es lo que necesitas, entonces acude a la entidad de tu preferencia y realiza la solicitud. Si este no es el caso, puede que lo mejor sea decantarse por otro tipo de financiamiento.